Imperio sirio pone sus ojos en el ‘Dubái' de las Américas

Actualizado
  • 16/05/2017 02:03
Creado
  • 16/05/2017 02:03
La distribución de marcas y productos de lujo está en manos de Chalhoub Group, una reconocida empresa que domina Oriente Medio. 

Hay una conexión entre Rusia, Irán y Dubái que los convierte en ejes de un ciclo casi indestructible. Entre esas tres naciones se orquesta una red de contrabando que domina el Medio Oriente y que se desliza sobre las aguas del golfo Pérsico.

Se trata de un productivo y floreciente contrabando en el que circula de todo. Los informes dan cuenta de tráfico de armas, drogas, medicamentos, tabaco, oro, diamantes y marcas de artículos de lujo. (Ventas al por menor).

El esquema se centra en la Zona Libre de Jebel Alí en Dubái, el emporio comercial y de servicios en el Oriente Medio. Por ser un punto de distribución internacional de bienes, Dubái ha fortalecido su oferta de servicios y rutas de comunicación, así que para las organizaciones que lucran del contrabando hacia Rusia e Irán, este país les funciona de manera ideal como corazón de la cadena, pues recibe oxígeno de marcas y productos de lujo que llegan desde Europa legalmente y los ‘bombea' hacia los diferentes puntos en la región, donde no siempre se mantienen de este lado de la legalidad.

JEBEL ALÍ

Zona Libre de Jebel Alí en Dubái, es el emporio comercial y de servicios en el Oriente Medio.

La Zona Franca de Jebel Ali está dirigida por la JAFZA (Jebel Ali Free Zone Authority).

El área inicialmente estaba formada por 70,000 m² de almacenes y 850,000 m² de áreas cubiertas, hoy ocupa más 30,000,000 m² actuales.

El cerebro de la operación está en la legendaria Moscú, donde desde hace 20 años la desarticulación de la Unión Soviética permitió que grupos de crimen organizado germinaran fácilmente. En pocos años, la mafia rusa se volvió famosa entre los organismos criminales a nivel mundial, y aún hoy sus operaciones se mantienen con pocos obstáculos. Rusia es la puerta hacia occidente. De ahí y hacia allí, llegan mercancías de todo tipo. En cuanto al tema de marcas y productos de lujo, reciben lo que desde Dubái se envía a la sombra de operaciones pantalla gestionadas en Jebel Alí.

Irán es el mercado perfecto. Una excéntrica legislación de prohibiciones sustentadas en la confesionalidad del Estado iraní, los hace el paraíso de los contrabandistas, casi todo está prohibido…. Casi todo se puede contrabandear.

En Dubái el imperio de distribución de marcas y productos de lujo está en manos de Chalhoub Group, una reconocida empresa fundada en 1955 en Siria, que domina Oriente Medio con presencia en toda la región hasta India: ‘Líderes en Lujos', dice su lema en su portal web.

En el trono de este imperio se sienta Patrick Chalhoub, un hombre de 59 años con dos hijos, descrito como un esposo ideal, que encaja perfectamente en los parámetros de un megaexitoso empresario. Junto con su hermano, Antoine, dirigen un imperio que factura varios billones de dólares, con flujos constantes de mercancía y dinero entre los diferentes países árabes de la región. Su rápido y súbito crecimiento en los años 90 fue acompañado de muchas interrogaciones y sospechas.

Sus oficinas cercanas a la Puerta 4 en la zona franca de Jebel Alí están abiertas 24 horas al día. En manos de Chalhoub las marcas de lujo como Dior, Chanel o Louis Vuitton circulan por todo Oriente Medio en una red eficiente de mercado, que convive con las operaciones del crimen organizado en la región, que desde Rusia penetra las excéntricas prohibiciones de Irán y fluye en las muy bien establecidas estructuras del comercio en Dubái y Abu Dhabi.

Sin embargo, en los últimos dos años, las cosas para Chalhoub han necesitado ajustes. El portal Gulf News Retails lo refleja en una publicación de abril 2016. La empresa en ese momento anunciaba su reorganización, lo que incluía el cierre de al menos quince tiendas en Dubái; la razón siendo un cambio en los hábitos de consumidores rusos, y chinos de clase media emergente, que hasta hace poco eran frecuentes en Dubái, ‘pero ahora no los vemos', dijo el ejecutivo a la publicación en internet.

Quizás esa situación los hace mirar hacia otros mercados, y todo indica que Panamá está en la lista de posibilidades. Son innegables las similitudes entre Panamá y Dubái, una coyuntura que seguramente también están viendo quienes lucran en las operaciones del contrabando y negocios ilícitos que subyacen junto al negocio de Chalhoub en Oriente Medio. Es decir, de la mano de un imperio como ese llegan también sus secuelas y consecuencias.

Mientras Chalhoub se reorganiza en Dubái, busca en otros horizontes la pieza perfecta para sus planes de expansión intercontinental y la continuidad de sus actividades de pantalla para sus socios estratégicos y silencioso de la economía subterránea. Seguro habrá en Panamá quien quiera venderle o asociarse, para crecer y afianzarse en la región desafiando a los grandes grupos del área, Motta International y el debilitado Grupo Wisa. Es cuestión de tiempo para que las cosas se den… Quien tiene paciencia tiene ciencia… reza un antiguo proverbio.

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