Un consumidor informado tiene poder

Actualizado
  • 10/06/2017 02:00
Creado
  • 10/06/2017 02:00
Debemos cuidar toda la información, hasta la que recibimos hoy en día en las redes sociales

Uno de los principales derechos que tenemos los consumidores es a la información, de ahí que nuestra consigna como institución sea el título de nuestro escrito del día de hoy.

Si lo consumidores supiéramos el empoderamiento que nos brinda el estar informado, el buscar información o el contar con ésta en el momento oportuno, accionaríamos más este derecho, investigaríamos, cuestionaríamos antes de obtener cualquier producto o servicio que nos ofrecen.

En ocasiones sucede que por la premura con que nos acercamos a los comercios o por la inexperiencia en una compra específica, la falta de información malogra la compra en el sentido que no obtenemos lo que esperábamos del producto. Frecuentemente ocurre con los electrodomésticos o bien con los cursos que recibimos del idioma inglés, por mencionar algunos ejemplos que son el común de las quejas que se presentan en la institución.

Como Autoridad, no esperamos que el consumidor se convierta en un experto en el producto o en el bien a adquirir, pero sí hay preguntas que pudiésemos denominar frecuentes o permanentes que se hace necesario cuestionárnoslas o mantenerlas como hábito al momento de realizar una transacción comercial: ¿necesito el producto?, ¿tiempo de garantía?, ¿vida útil del mismo?, ¿producto sustituto?, ¿precio en la competencia?, entre otras que seguramente traerán como consecuencia otras que podemos realizarle al vendedor al momento de la compra o también podemos aprovechar la tecnología para buscar información en páginas webs o bien en grupos de consumidores.

Por otro lado, nunca debemos menospreciar la información contenida en las etiquetas o en los manuales de usuarios, pues estamos conscientes que muchas veces la misma es extensa y hasta incomprensible, pero tomarnos el tiempo de ver las instrucciones de armado, de uso, de mantenimiento lograrán alargar la vida de nuestros bienes, así como también disfrutar el fin para lo cual fueron comprados.

La información no solo mantiene gran importancia en cuanto a las indicaciones de uso, limpieza y demás segmentos, igual o mayor valor tiene en el aspecto de salud e indicaciones de seguridad, en el primer caso de alimentos por ejemplo y en el segundo en medicamentos; ya que es obligatorio dar lectura a las etiquetas sobre el contenido nutricional del producto o no le ha pasado que el producto indica en la promoción que es natural pero cuando leemos las letras pequeñas y se enlistan aditivos, preservativos hasta encontramos que tiene azúcares y altos porcentajes de sodio. Similar ocurre con los medicamentos, que indican el tiempo de acción que los mismos tienen una vez abiertos y / o utilizados. Debemos cuidar toda la información, hasta la que recibimos hoy en día en las redes sociales, y que aconsejamos trate de confirmar antes de divulgar o accionar algo respecto a ésta como desechar productos o dejar de adquirir una marca especifica por un ‘supuesto llamado o recall ' de los distribuidores y/o fabricantes; ya que en ocasiones no es veraz y se hace pensar todo lo contrario.

JEFA INSTITUCIONAL DE RECURSOS HUMANOS – ACODECO

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