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Actualizado
- 12/06/2017 02:00
Creado
- 12/06/2017 02:00
Todas las organizaciones de esa naturaleza estaban obligadas a presentar sus libros de cuentas al Gobierno antes del 10 de julio o podrían ser sancionadas
El Gobierno tunecino ha exigido a todas las organizaciones benéficas que presenten sus cuentas en el plazo de un mes dentro de una campaña cuyo objetivo es cortar las posibles vías de financiación del islamismo radical violento.
Según medios locales, el Ejecutivo que dirige Yusef Chaheed ha encomendado también al Banco Central y al ministerio de Finanzas que investiguen las vías de financiación de esos grupos y al departamento de Interior que vigile sus recursos.
Todas las organizaciones de esa naturaleza estaban obligadas a presentar sus libros de cuentas al Gobierno antes del 10 de julio o podrían ser sancionadas.
Esta campaña coincide con otra más ambiciosa y controvertida lanzada hace tres semanas contra la corrupción que ha llevado a la cárcel a cuatro importantes hombres de negocios tunecinos acusados de atentar contra la seguridad del Estado.
El Gobierno calcula que hay 20,000 organizaciones caritativas en el país, la mayoría de las cuales se fundaron tras la revolución que en enero de 2011 acabó con la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Ali.
En 2014, solo un 1% de ellas revelaron sus fuentes de financiación. Túnez sufrió en 2015 tres atentados que mataron a 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros.
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