OCDE prevé desplome del PIB mundial de entre 6 % y 7.6 % en 2020, el más grave en casi un siglo

Actualizado
  • 10/06/2020 12:41
Creado
  • 10/06/2020 12:41
El fuerte impacto económico está siendo desencadeno por los efectos causados por la pandemia del Covid-19, según el organismo. Con o sin un segundo brote, las consecuencias serán graves y duraderas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calificó la recesión por el Covid-19 como la “más grave en casi un siglo”  y  previó un desplome del PIB mundial de entre  6 % y 7.6 % para el 2020, en su peor escenario.

Alertó que a medida que se van suavizando las restricciones, el camino hacia la recuperación económica sigue siendo muy “incierto” y “vulnerable” a una segunda oleada de infecciones.

Y que además el refuerzo de los sistemas sanitarios y el apoyo a las personas y las empresas para ayudar a adaptarse a un mundo post-Covid “serán cruciales”.

Escenarios probables

Con pocas perspectivas de que una vacuna esté ampliamente disponible este año, y frente a una incertidumbre sin precedentes, la OCDE presentó dos escenarios probables  en sus últimas proyecciones económicas publicadas este 10 de junio.

Uno en el que el virus se pone bajo control, y otro en el que se produzca un segundo brote mundial antes de finales de 2020.  "Si se produce un segundo brote, que desencadena un retorno a los bloqueos, se prevé que la producción económica mundial se desplome un 7.6% este año, antes de retroceder un 2.8% en 2021. En su punto máximo, el desempleo en las economías de la OCDE sería más del doble de la tasa anterior a los brotes, con poca recuperación de puestos de trabajo el próximo año", pronosticó.

En cambio si se evita una segunda oleada de infecciones, "se espera que la actividad económica mundial disminuya un 6% en 2020 y que el desempleo de la OCDE ascienda a un 9.2% frente a un 5.4% en 2019".

Señaló que el impacto económico de los bloqueos estrictos y relativamente largos en Europa será especialmente “duro”.

La OCDE espera que el PIB de la zona del euro caiga un 11% este año si se produce una segunda oleada, y más del 9% incluso si se evita un segundo impacto, mientras que el PIB de Estados Unidos sufrirá un 8.5% y 7.3% respectivamente, y Japón 7.3% y 6%.

Las economías emergentes como Brasil, Rusia y Sudáfrica, mientras tanto, se enfrentan a desafíos particulares de sistemas de salud tensos, que se suman a las dificultades causadas por el colapso de los precios de las materias primas, y sus economías caen en un 9.1%, 10% y 8.2%, respectivamente, en caso de doble impacto, y 7.4%, 8% y 7.5% en caso de un único impacto.

Los PIB de China y de la India, por su parte, se verán relativamente menos afectados, con una disminución del 3.7% y del 7.3% respectivamente en caso de doble golpe y 2.6% y 3.7% en caso de “un solo golpe”.

De acuerdo con el organismo, en ambos escenarios, la recuperación, después de una reanudación inicial y rápida de la actividad, “tardará” mucho tiempo en devolver la producción a niveles pre-pandémicos, y la crisis dejará cicatrices duraderas, una caída del nivel de vida, un alto desempleo y una inversión débil.

La pérdida de puestos de trabajo en los sectores más afectados, como el turismo, la hostelería y el entretenimiento, afectará especialmente a los trabajadores poco cualificados, jóvenes e informales, proyectó la OCDE.

“La incertidumbre es claramente extrema en el contexto actual, pero las consecuencias de ello para las políticas macroeconómicas no son simétricas. Los encargados de la formulación de políticas tienen razón al no ser demasiado lentos para introducir medidas de emergencia, y ahora deben evitar ser demasiado rápidos para retirarlas”, expresó el secretario General de la OCDE, Angel Gurría, dijo en una reunión ministerial especial de la mesa redonda de la OCDE para discutir las respuestas políticas a la pandemia.

Gurría consideró que cómo actúen los gobiernos hoy en día dará forma al mundo post-Covid en los años venideros; y que “esto es cierto no sólo en el plano nacional, donde las políticas adecuadas pueden fomentar una recuperación resiliente, inclusiva y sostenible, sino también en cuanto a la forma en que los países cooperan para hacer frente juntos a los desafíos mundiales. La cooperación internacional, un punto débil hasta ahora en la respuesta política, puede crear confianza y tener importantes efectos positivos indirectos."

Por su lado, el economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, destacó que “se necesitarán políticas extraordinarias para caminar por la cuerda floja hacia la recuperación. La reanudación de la actividad económica, evitando al mismo tiempo un segundo brote, requiere una formulación de políticas flexible y ágil”.

Dijo que las redes de seguridad y el apoyo que actualmente se prestan a los sectores más afectados tendrían que adaptarse para ayudar a las empresas y a los trabajadores a emprender nuevas actividades. “No se puede evitar una mayor deuda pública, pero el gasto financiado por la deuda debe estar bien orientado para apoyar a los más vulnerables y proporcionar la inversión necesaria para una transición hacia una economía más resiliente y sostenible", afirmó.

Concluyó que los gobiernos deben “aprovechar” esta oportunidad para construir una economía más “justa”, haciendo que la competencia y la regulación sean más inteligentes, modernizando los impuestos, el gasto público y la protección social. “La prosperidad proviene del diálogo y la cooperación. Esto es cierto a nivel nacional y mundial”, sostuvo Boone. 

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