Ocde: 'La pandemia puede crear entornos propicios para la corrupción y el soborno'

Actualizado
  • 21/07/2020 10:23
Creado
  • 21/07/2020 10:23
El jefe de la División Anticorrupción de la Ocde, Patrick Moulette, dijo que algunos riesgos de corrupción son inmediatos debido a las acciones tomadas para mitigar la crisis sanitaria y económica

En paralelo al creciente número de víctimas y una crisis sanitaria y económica nunca antes vista en la historia de los países del mundo, la pandemia de la covid-19 podría traer consigo un ambiente propicio para los "actos de corrupción".

Así lo afirmó el jefe de la División Anticorrupción de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Patrick Moulette, en una reciente entrevista de World Compliance Association (WCA), publicada en el marco del reciente lanzamiento de su Capítulo en Panamá.

"Esta crisis ha traído desafíos sin precedentes de sufrimiento humano, incertidumbre y grandes perturbaciones económicas a escala mundial", que incluso "puede crear entornos propicios para la corrupción y el soborno", advirtió Moulette.

Para el representante del organismo, que consideró a la pandemia de la covid-19 como el principal desafío que se enfrenta en este momento y que probablemente durará más tiempo, algunos riesgos de corrupción son "inmediatos" debido a las acciones tomadas para mitigar la crisis sanitaria y económica.

En ese sentido, urgió que "las respuestas estatales y privadas a esta crisis deben incluir mecanismos para prevenir, detectar y enjuiciar la corrupción y el soborno".

Aunque cree que surgirán otros riesgos a mediano y largo plazo a medida que las consecuencias y el impacto de las medidas de emergencia de la covid-19 tengan mayor efecto.

En estas circunstancias, expresó, la disminución progresiva de la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas y las empresas se hará aún más evidente.

Por lo tanto, identificar y abordar los riesgos de corrupción será crucial para proteger la confianza en las instituciones públicas y las empresas, y para impulsar la confianza del público en la capacidad de los gobiernos para movilizar una respuesta efectiva a la crisis.

Para obtener más información sobre este tema, invitó a leer las recomendaciones del organismo para minimizar la corrupción y el soborno en la respuesta y recuperación de la covid-19.

Respecto a la situación en América Latina en relación con otras regiones en cuanto al marco legal sobre cumplimiento, expresó que muchos países de la región se han unido a la Convención Antisoborno de la OCDE (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú), que muestra el compromiso de esos países para combatir la corrupción internacional.

Indicó que todos estos países han pasado por diferentes fases del riguroso proceso de evaluación del Grupo de Trabajo sobre Soborno de la OCDE, el organismo que reúne a representantes de las 44 Partes en la Convención Antisoborno e impulsa la implementación.

Precisó que gracias a este arduo trabajo, todos estos países ahora tienen una ley de responsabilidad corporativa que le permite al país investigar, procesar y sancionar a las compañías involucradas en la corrupción y el soborno.

Destacó que los esfuerzos del Grupo de Trabajo para promover controles internos, ética, y las medidas de cumplimiento en el sector privado han servido como catalizador para la adopción de responsabilidad corporativa por delitos de corrupción en muchos países de todo el mundo.

Según él, en general parece haber un aumento en América Latina de la conciencia del sector privado sobre el cumplimiento anticorrupción.

Sin embargo, la percepción de corrupción en la región sigue siendo alta y todavía hay un largo camino y muchos desafíos por superar.

Manifestó que el nuevo entorno de cumplimiento anticorrupción en América Latina plantea nuevos desafíos para las autoridades policiales.

En la mayoría de los países de ALC, estas autoridades son nuevas en la evaluación de la idoneidad de los sistemas de cumplimiento corporativo y en la consideración de los sistemas de cumplimiento corporativo al sancionar a las empresas.

Por ello se necesitan más esfuerzos para garantizar que las medidas de cumplimiento corporativo puedan conducir a una mejor detección y aplicación de la corrupción en la región.

La Red de Aplicación de la Ley de la OCDE para América Latina y el Caribe ha estado analizando cuestiones de responsabilidad corporativa y probablemente se centrará más en el impacto de las medidas de cumplimiento corporativo en la aplicación anticorrupción.

Sobre los cambios que debería traer el cumplimiento indicó que algunas de las medidas adoptadas por las empresas son, en cierta medida, reactivas a los recientes escándalos de corrupción y al aumento de la aplicación en la región.

Sin embargo, uno de los principales cambios que está trayendo el movimiento de cumplimiento es un cambio cultural.

Mencionó que as empresas ahora están revisando sus códigos de ética, tienen líneas directas para denunciar malas conductas y están hablando sobre la importancia de hacer negocios de la manera correcta.

“Estoy seguro de que la presencia de asociaciones y organizaciones de cumplimiento aumentará el interés de las personas en el tema y contribuirá a crear conciencia y compartir conocimientos en los países”, apuntó.

En este sentido, acotó que las organizaciones como WCA tienen un papel esencial que desempeñar para crear conciencia sobre la importancia que los esfuerzos anticorrupción tienen no solo para los gobiernos, sino también para las empresas y los individuos.

El trabajo que ha estado haciendo la WCA ha ayudado a dar voz a los profesionales de cumplimiento y otras partes interesadas, que ahora pueden tener un lugar para aprender y debatir sobre nuevas leyes, buenas prácticas y problemas comunes.

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