SBP: Liquidez del sistema bancario panameño se mantiene, pese a restricciones por la pandemia

“Los bancos mantienen niveles de liquidez superiores a los requeridos por la regulación, aún ante escenarios más restrictivos” generados por la crisis actual de la pandemia de la covid-19.

Así lo sostiene la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP)  en su nuevo Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre 2020  presentado ayer por el superintendente del ente supervisor, Amauri Castillo.

El informe incluye un análisis de sensibilidad a los rubros de liquidez y la cartera de crédito, a través de pruebas de tensión bancaria.

"El sistema bancario panameño no es especialmente vulnerable a diversos choques macroeconómicos y financieros”, arroja el informe.

Asimismo, afirma que el sistema bancario panameño cuenta actualmente con activos de rápida “convertibilidad” a efectivo, a pesar de los escenarios adversos causados por la crisis.

Precisa que el mayor crecimiento de los depósitos de la banca privada panameña y la banca privada extranjera, así como un menor impulso crediticio “favoreció” las condiciones de liquidez del sistema financiero panameño.

A su vez, destaca que los bancos cumplen en más del “doble” los requerimientos regulatorios en materia de liquidez, lo cual les permite afrontar los vencimientos a corto y mediano plazo.

“El sistema financiero conserva su capacidad para gestionar los riesgos de crédito y liquidez, aún en el actual escenario macroeconómico adverso”, remarca.

Pero para mantener ese panorama, sugiere a las entidades financieras preservar el sano equilibrio entre el cumplimiento de los estándares prudenciales para asegurar la protección adecuada de los recursos captados del público, así como su función de gestionar créditos a las empresas y hogares.

El ente supervisor reconoce en su informe que al inicio de la crisis uno de los problemas centrales que motivó su preocupación y la de autoridades de política pública era la potencial “presión” sobre la liquidez del sistema bancario, en ausencia de un prestamista de último recurso.

Y que si bien los bancos tenían una posición de liquidez sólida al inicio de la crisis, los efectos y presiones de la economía real suponen una presión fuerte sobre la liquidez que puede “gravitar” durante todo este proceso.

“En primer lugar, los efectos en los agentes económicos de la crisis suponen una mayor demanda de saldos líquidos en el sistema bancario, para poder mantener cierto nivel básico de actividad, en una coyuntura económica en recesión. (Y) Segundo, las medidas de alivio, automáticas o no, suponen un menor flujo de liquidez hacia el sistema”, argumenta.

Frente a este panorama, la SBP resalta que diseñó un fondo de liquidez para atender necesidades estacionales de liquidez de bancos del sistema y poder mantener la estabilidad y seguridad necesaria en el sistema bancario, lo cual a la fecha es “favorable” y la banca ha podido mantener posiciones liquidas positivas.

En esta línea, dijo que se observa que en el mes de marzo se contó con una liquidez promedio de 55.8% para el Sistema Bancario Nacional (licencia general), y para la semana del 30 de marzo registró un 58.0%.

Por tipo de banca se registró al final de mes un 61.5% para la banca oficial, 64.5% para la banca privada extranjera y 48.9% para la banca privada panameña.

Por otro lado, añade que como resultado de las medidas de alivio financiero adoptadas mediante el Acuerdo 2-2020, los bancos de la plaza panameña han modificado las condiciones de una porción de la cartera de préstamos.

Sobre el particular, expresa que dada la realidad e incertidumbre de la situación económica, la Superintendencia evaluará los desarrollos recientes sobre la situación de los bancos y la economía nacional para ponderar si se requieren nuevas medidas.

Finalmente, la Superintendencia considera que el sistema bancario del país mantiene fundamentos estables previo a crisis por la covid-19. Esto ha permitido que la difícil situación de la economía real no se traduzca en un problema en el sistema bancario.

Con el fin de preservar la estabilidad del sistema financiero y mitigar cualquier potencial deterioro que impacte la situación del sistema bancario nacional derivado de la propagación de la covid-19, la SBP resalta que se dispuso la posibilidad que los bancos puedan hacer uso de la provisión dinámica, herramienta denominada 18 “colchón anticíclico” que forma parte del patrimonio de cada banco establecido durante períodos de crecimiento económico alto, con el propósito de que sea utilizado en los momentos donde haya un ritmo de crecimiento económico más lento, como en la actual coyuntura.

Según el informe de la SBP, actualmente, todos los bancos en operación cumplen satisfactoriamente con los nuevos estándares regulatorios en materia de capital bancario.

El más reciente indicador de adecuación de capital del centro casi duplica el requerimiento de 8% establecido por la normativa. El Índice de Adecuación de Capital alcanza un 15.3%.