Los retos de la educación superior en 2021

Actualizado
  • 01/01/2020 00:00
Creado
  • 01/01/2020 00:00
La disponibilidad de nuevas carreras, el acceso a internet y a 'sofwares' están entre los principales desafíos que deberán enfrentar las universidades privadas agremiadas a Auppa, este año que inicia hoy
Adriana Angarita se reeligió como presidenta de la Asociación de Universidades Particulares de Panamá

La crisis por la pandemia de la covid-19 ha generado un impacto drástico en el mundo, no solo en lo económico y social, sino que también ha provocado cambios extraordinarios en el proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación superior, a través del e-learning (electronic learning), de manera remota, mediante plataformas digitales.

La pandemia aceleró la digitalización en la educación superior o universitaria tendencia que a su vez representa grandes retos para poder llenar la demanda de capital humano que las empresas del país necesitan, en estos momentos en que la pandemia lanzó el desempleo en Panamá a un 18,5% (hasta agosto 2020), considerada la mayor tasa en los últimos 20 años y el producto interno bruto (PIB) cayó 20,4% al tercer trimestre.

Tener la disponibilidad de nuevas carreras, el acceso al internet y sofwares están entre los principales desafíos que deberán enfrentar el próximo año 2021 las universidades privadas agremiadas a la Asociación de Universidades Privadas de Panamá (Auppa), expresó en una entrevista con La Estrella de Panamá, la presidenta del gremio Adriana Angarita.

Para el próximo año lectivo 2021, ¿cuáles serían los mayores retos y debilidades que deberán enfrentar las universidades de Panamá, tomando en cuenta que la enfermedad de la covid-19 sigue siendo una amenaza para la población en general?

Frente a lo aprendido durante el año 2020, las universidades deberán continuar trabajando en cuanto a la formación docente, muy enfocadas en brindar estrategias para la didáctica de la enseñanza a través de tecnología, donde también deberán trabajar fuertemente los espacios de seguimiento a lo que ocurre en las clases, automatización de procesos de modo que el estudiante tenga una atención total sin que tenga que acudir a las instalaciones físicas de la universidad y, por supuesto, la inclusión de herramientas tecnológicas en el aula de aprendizaje, porque continúa el proceso de cambio de los aspectos incorporados en la presencialidad para que el estudiante tenga toda la posibilidad de hacerlo a través de los espacios virtuales.

¿Cómo se han adecuado las universidades para hacerle frente a esos desafíos, debilidades y retos?

Han sido muchos los desafíos afrontados en la adaptación de las instituciones de educación superior para entender el nuevo modelo al que nos estábamos enfrentando. Desde acompañar a los estudiantes para saber si van a continuar con sus procesos de formación, que lógicamente impacta en la formación de grupos y por lo tanto la disponibilidad de oferta para la continuidad de cada uno de los estudiantes en sus programas. Así como tener la disposición de plataformas para el acompañamiento en la formación, entenderlas muy bien, tener a sus estudiantes y docentes, atender los requerimientos de cada uno de estos actores en cuanto al manejo, a la inconformidad, el no acostumbrarse a adaptarse obligatoriamente a esta nueva modalidad.

Adicionalmente, lo que significa tener disponibilidad de bibliografías, disponibilidad de elementos y softwares que permitan adaptarse a la formación de competencias que los programas mantienen y que se tienen por sobre todas las cosas propender por realizar. En fin, ha sido un desafío completo para las universidades y, por supuesto, teniendo una batalla con la disponibilidad también de recursos para poder realizar todas estas adaptaciones que significan en gran medida mayores inversiones, en un área que tienen nueva por desarrollar y manteniendo todas las instalaciones físicas y presenciales, totalmente, no utilizadas y por supuesto con un mantenimiento de un gasto en lo que significa tener esas instalaciones al no ser utilizadas, pero tenerlas disponibles. Entonces, no ha sido fácil, ha sido una permanente adaptación y creo que en eso las universidades panameñas han demostrado su capacidad y su resiliencia para mantener la educación superior activa.

¿Cómo se ha manejado el tema del acceso a la internet en las universidades privadas que representa?

En ese aspecto, las universidades miembros de la asociación hemos logrado una oportunidad muy grande para nuestros estudiantes al tener un convenio con Cable & Wireless, que permitía tener acceso a nuestras plataformas educativas sin ningún costo de conectividad. Esto facilitó a nuestros estudiantes poder acceder a estas plataformas, a través de los medios, muchas de las cuales utilizamos plataformas que permiten el acceso a través de celulares; y al no tener costo de data facilitaban la actualización y continuar con las clases presenciales. Sin duda, la cobertura de internet y la cobertura específica de conectividad es un desafío que como país tenemos que afrontar, pues se sale de las manos de las universidades el garantizar la conectividad de sus estudiantes. Creemos que hay una gran oportunidad de empezar a incluir este tema en un aspecto importante desde el Estado para asegurar la cobertura de conectividad a estudiantes y en general al capital humano, pues como hemos podido aprender de esta pandemia, eso se vuelve uno de los aspectos más importantes que van a definir la brecha social que pueda existir, para poder crecer o no en un ambiente y en un mundo donde es cada vez más importante y valorada la tecnología.

Si bien la crisis generada por la pandemia ha generado un impacto y cambios extraordinarios en el mundo, ¿cuáles serían esas profesiones que se demandarán en la era pospandemia?

Las profesiones que van a tener más vigencia, sin duda, van a ser las que tienen que ver con tecnología, con sistema de información, con análisis de data, donde todos los modelos de negocio panameños por fin estamos entrando prácticamente en una era de digitalización que nos resistimos durante mucho tiempo en implementar por miedos, temores, desconfianza, que hoy se vieron superados de forma prácticamente obligada. Esto significa que las empresas cada vez tienen más datos y tienen que tener más cuidado con la seguridad. Creo que el aspecto de ciberseguridad va a ser algo muy importante para nuestro país, en el que vamos a tener capital humano formado. También aspectos de criminalística, creo que es un tema que va a ser muy importante y tener toda la adaptación al cambio necesaria, entendiendo la experiencia del cliente como un detonante para cambiar modelos de servicios y de negocios. Por lo tanto, se vuelve muy importante que podamos encontrar inclusive espacios para emprendimientos digitales, porque este nuevo modelo de negocios le permite a las nuevas generaciones proponer soluciones a problemas que ni siquiera habíamos identificado por la ausencia de tecnología y que hoy permite tener espacios de esa innovación y ese ajuste a las actuales carreras para que tengan las competencias necesarias para lograr insertarse en los nuevos modelos de negocios. Las industrias que Panamá generalmente ha tenido han sido las más golpeadas por la pandemia puesto que son industrias que requieren presencia como la construcción, la logística, por lo tanto se abre un espacio importante también a otras áreas que podríamos empezar a desarrollar en el país y que tienen que ver también con aspectos relacionados a los servicios.

¿Han propuesto nuevas carreras frente a los retos de la digitalización?

La universidades particulares teníamos ya claro que el destino de nuestros estudiantes debían ser orientados hacia esas carreras de tecnología. Y efectivamente veníamos presentando nuevas carreras desde hace más de un año, antes de la pandemia, sobre ámbitos que tienen que ver precisamente con las nuevas competencias que se requieren y cómo nuestras actuales empresas tienen esas plazas ocupadas, específicamente, con migración debido a que este talento no se encuentra localmente. Si nosotros queremos orientarnos a que los talentos o las posiciones de las empresas tengan talento humano panameño, tenemos que enfocarnos en la formación urgente del capital humano local para que las empresas puedan hacer ese cambio, pues lógicamente tiene que resolverlo para efectos de poder funcionar y tienen que tener el personal idóneo para hacerlo. Nosotros hemos presentado carreras desde hace más de un año, de ciberseguridad, criminalística, experiencia al cliente, entre otras áreas, que hoy por hoy seguimos esperando la aprobación de esas carreras a través de la Comisión Técnica de Desarrollo Académico, que está conformada por las cinco universidades públicas. Depende de ello que podamos nosotros tener esta oferta mucho más pertinente para la formación que se requiere, pero que no podemos ofertar hasta que no recibamos la aprobación de estos programas. Por lo tanto, hemos venido invitando a la Comisión Técnica que agilice estos procesos porque al final es el talento humano panameño el que se ve afectado de no poder tener la oferta que requiere el país.

Algunos estudiantes consultados se quejan de que las clases virtuales en algunas universidades privadas han estado saturadas y con estudiantes de distintos centros de educación superior del país. ¿Qué me puede decir al respecto?
Adriana Angarita

En realidad, este es un ejemplo que no es usual. Yo puedo conversar por las universidades que son miembros de la Asociación de Universidades que no han tenido prácticas de este tipo. Creo que es importante, para entender ese modelo, consultar directamente con las universidades que lo han establecido. En las 16 universidades de la asociación no hemos implementado ese tipo de prácticas. Cada una ha mantenido los programas con sus carreras. Se ha hecho lógicamente un empalme de estudiantes a nivel nacional, donde logramos apertura de grupos para estudiantes del interior como para sedes de Panamá, logrando una uniformidad, y la verdad que es una oportunidad para que estudiantes de diferentes regiones se junten en salones manteniendo siempre una uniformidad en la estandarización de la cantidad máxima de estudiantes que pueda tener un docente, tomando en cuenta el tipo de actividad formativas y el acompañamiento que requiere para que el estudiante tenga la atención debida. En el caso de las universidades miembros de la asociación se cuenta con el personal idóneo. Es decir, tenemos capital docente que hemos venido formando a través del tiempo, y especialmente este año, para que puedan brindar esa atención a través de las plataformas tecnológicas, y especialmente el acompañamiento. El docente, el conocimiento, el saber y los contenidos, se mantienen. Eso no ha cambiado. Lo importante aquí es entender las necesidades del estudiante para acompañarlos y entonces lograr el aprendizaje.

¿Qué opina de la educación híbrida propuesta por el Meduca?

Efectivamente, algo que aprecio y valoro del Ministerio de Educación es que se abra a escenarios diferentes. Eso se llama adaptarse a las realidades. No es fácil, pero hacer propuestas y tener esos pilotos que realmente permitan lograr llegar a una educación que estamos requiriendo, a pesar de la situación actual. Creo que la propuesta del Meduca de ser híbrida, es desafiante precisamente, porque pretende tratar de compensar los dos factores que la población y la actual situación del país nos obliga. Pero tratar de fortalecer y asegurar la capacitación creo que es valerosa y eso es lo que tenemos que apropiar.

Pero, una educación híbrida, ¿realmente les dará a los estudiantes las herramientas que las universidades y el mercado laboral necesitan?

Quiero dejar claro que es muy importante que entendamos que la educación tanto como es un derecho también es un deber. Esto significa que los medios que puedan proveerle bien el Ministerio de Educación o los colegios públicos y privados o los mismos profesores son elementos que me permiten a mí tener un camino y una disposición, pero tiene que haber una clara aceptación y una clara disponibilidad del estudiante de formarse, tiene que haber esa disposición para que realmente con las herramientas que son entregadas dedique el tiempo para realmente formarse, porque en la educación una cosa es la enseñanza y otra es el aprendizaje. La enseñanza puede darse, pero el aprendizaje también tiene que ver muchísimo con la actitud del que quiere aprender; y en esa línea creo que es importante que empecemos como país a hacernos esas reflexiones de cómo somos parte de la solución o parte del problema. Grandes ejemplos hemos tenido de chicos maravillosos que han salido de los mismos colegios y espacios donde quizás otros no han tenido el mismo impacto en el aprendizaje. Viene la gran pregunta: en un mismo salón, en un mismo colegio, con las mismas condiciones y con el mismo profesor ¿por qué tenemos resultados diferentes? Creo que es valioso que hagamos esas reflexiones en este momento para que entendamos que mucho del resultado final depende de cada persona y estemos dispuestos a hacer lo que hay que hacer para realmente lograr ese mercado laboral que nuestro país necesita.

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