Francia espera una recuperación moderada de su PIB en el segundo trimestre

Francia prevé un crecimiento del 0,25 % de su economía este segundo trimestre, una recuperación moderada tras el estancamiento en el primero y que se ve impulsado por la mejoría del sector terciario, apuntó este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INSEE).

Su previsión está sujeta a numerosas incertidumbres: el alza de la tensión sobre los precios de la energía y la acentuación de la ligada al suministro debido al contexto geopolítico, la parálisis de la economía china por su estricta estrategia contra la covid o la subida de tipos de interés en Estados Unidos.

El INSEE señaló en su nota de coyuntura que a esas incógnitas se le suma una cierta resistencia del clima de negocios, en particular en los servicios, que se han visto beneficiados de la mejora de la situación sanitaria en Francia.

En el primer trimestre, según constató el organismo estadístico en abril y reafirmó en su informe de coyuntura de mayo, la ola ómicron de covid y la guerra en Ucrania tuvieron un impacto negativo sobre la actividad económica.

La evolución fue diversa a lo largo del trimestre: la covid penalizó en enero sobre todo a la hostelería y la restauración, que mejoraron en febrero con el levantamiento de las restricciones sanitarias. El consumo de los hogares bajó en enero, antes de subir un poco en febrero y de volver a caer en marzo.

La producción industrial, por su parte, fue dinámica en los tres primeros meses del año, indicó el INSEE. Las dificultades en el suministro se han acentuado en primavera, debido a que la demanda se mantiene alta y la oferta se ha visto perjudicada por la guerra en Ucrania y la estrategia sanitaria china contra la pandemia.

Su encuesta de coyuntura refleja que un 45 % de los industriales dicen haber tenido dificultades de aprovisionamiento, así como un 39 % de profesionales de la construcción, un porcentaje considerado inédito en ese sector.

En el primer trimestre hubo un descenso también en el consumo de los hogares (-1,3 %), en particular el consumo de bienes (-1,7 %) y de ciertos servicios, como en el alojamiento y la restauración, donde esa caída fue del 5,3 %.