Autorregulación madura

PANAMÁ. Una de las consecuencias claras de la crisis financiera global es que la autorregulación pasa a ser un concepto utópico e histórico en los mercados bursátiles.

No obstante, existen quienes la defienden. Para el gerente de la Bolsa de Valores de Panamá, Roberto Brenes, todavía es factible que esta tendencia tenga cabida en el mundo financiero actual.

P ero el CEO de Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia (AMV), Carlos Alberto Sandoval, aclara que la autorregulación “no significa falta de regulación”.

Las irregularidades que se cometieron en los mercados financieros fueron por la falla de los reguladores y no un problema de autorregulación, dice Saldoval.

En Colombia se creó la AMV, una entidad privada que regula todos los mercados de valores, con el objetivo de vigilar la conducta de los agentes del mercado y evitar los conflictos d e intereses. No obstante, esta autorregulación es regulada, explicó el presidente comisionado de la Comisión Nacional de Valores de Panamá (CNV), Juan Manuel Martans.

El funcionario amplió que la entidad colombiana regula a sus miembros y a la vez ésta es regulada por el Estado. Diferente a la autorregulación pura que había en los mercados de Europa y EEUU, donde no intervenía el Estado.

¿Hasta dónde debe permitirse la autorregulación, para pasar a una regulación estatal? Brenes cree que el límite depende de los mercados, su tamaño y su sofisticación.

Por su parte, Sandoval reconoce que algunos temas no son de autorregulación, y deben estar bajo la responsabilidad del Estado.

En Panamá, la Bolsa de Valores aplica algunas medidas autorregulatorias a sus miem bros y en sus operaciones.