Panamá, segundo con más cajeros

PANAMÁ. Panamá es el segundo país con el mayor número de cajeros automáticos (ATM) per cápita en toda Latinoamérica. Así lo reveló el informe ‘Bancarización en Panamá’ presentado en enero de 2014 por la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).

En total, hay 1,489 cajeros automáticos instalados en todo el país, lo que representa 72.6 cajeros por cada 100,000 habitantes. El único país con una mayor proporción de cajeros automáticos en América Latina es Brasil, con 120.3 por cada 100,000 habitantes.

INCLUSIÓN FINANCIERA

Para el economista Ernesto Bazán, esto refleja el alto nivel de penetración del sistema bancario panameño. La banca, afirma Bazán, juega un papel fundamental en el desarrollo económico del país y en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. ‘Una de las condiciones necesarias para el desarrollo, aunque no es la única, es el crecimiento económico’, manifestó. ‘La banca es el combustible para que las empresas hagan sus inversiones’, acotó.

El ahorro financiero es uno de los indicadores utilizados alrededor del mundo para predecir el comportamiento futuro de la economía. Mayores depósitos representan más ahorro en el país. En Panamá el número de depósitos y créditos internos se ha mantenido en ascenso y a setiembre de 2013 superaban los 3 millones.

En total hay 2,997,763 cuentas de ahorros en el país, de las cuales el 90% son depósitos de personas naturales.

Esto es aún más significativo si se toma en consideración que las tasas de interés se han mantenido bajas en los últimos años.

DISTRIBUCIÓN

La banca panameña está concentrada alrededor de su capital.

En la provincia de Panamá hay 1,105 cajeros automáticos y 71 bancos presentes. Le sigue Chiriquí, con 123 cajeros y 22 bancos. En tercer lugar está la provincia de Colón, con 88 cajeros y 25 bancos presentes en la provincia.

BARRERAS

Una encuesta realizada por el Banco Mundial en 2011 reveló los mayores obstáculos que tienen los panameños para acceder al crédito. Los tres primeros son la falta de documentación requerida, falta de dinero y la desconfianza en las instituciones financieras.