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- 16/12/2012 01:00
- 16/12/2012 01:00
BRASILIA. Brasil está perdiendo la confianza de los operadores de divisas en tanto el banco central intenta detener la peor caída del real desde 2008 al tiempo que la presidente Dilma Rousseff da señales de que una moneda más débil puede ayudar a apuntalar la economía.
Banco Santander SA, el quinto mayor banco de Brasil por activos, dijo el 6 de diciembre que el real bajará 8.5% 2,0722 ayer en Nueva York a 2.25 por dólar para diciembre de 2013, prolongando su descenso de 9.9% de este año, el más pronunciado de las principales monedas.
Itaú Unibanco Holding SA, la segunda mayor entidad de préstamo, rebajó su pronóstico 2013 el mismo día de 2.02 a 2.15, mientras que HSBC Holdings Plc dijo que el real caerá a 2.3, lo que representa una baja de 11%.
Brasil vendió dólares a través de derivados y flexibilizó los controles de capital este mes luego de que el real cayera al nivel más bajo en tres años, dando marcha atrás con políticas que apuntaban a frenar el 55% de apreciación de la moneda entre 2004 y 2011.
‘Lo que quieren es muy confuso y, aunque no está muy claro, lo que sí esta claro es que han dejado un tipo de cambio de libre flotación y el gobierno quiere que el real permanezca en determinado nivel, aunque no está muy claro qué nivel es ese’, expresó Pablo Cisilino, gerente de cartera que colabora en la gestión de $50.000 millones de deuda de mercados emergentes que incluyen bonos brasileños en Stone Harbor Investments Psrtners en Nueva York. ‘Esto es algo que preocupó al mercado’.
CAMBIO DE PARADIGMA
Aunque el presidente del banco central Alexandre Tombini esta semana confirmó los planes de suspender las rebajas de las tasas de interés, el crecimiento es más lento que en Rusia, India y China, los otros países del llamado BRIC, según Itaú y HSBC.
El producto interno bruto creció 0.6% en el tercer trimestre, por debajo de los pronósticos de los 54 economistas consultados por Bloomberg, cuya mediana de estimaciones había sido una expansión de 1.2%.
‘Se necesita recuperar cierta competitividad en el sector industrial y la depreciación de la moneda es parte de eso’, opinó Pablo Goldberg, responsable de investigación de mercados emergentes de HSBC, el tercer mayor colocador de deuda empresarial denominada en dólares de Brasil este año, en una entrevista celebrada el 6 de diciembre en Nueva York.
El real se fortaleció 2.4% después de caer a 2,1384 el 3 de diciembre, en tanto la salida de la moneda de su banda de fluctuación de cuatro meses llevó a los funcionarios a redoblar los esfuerzos para detener su caída antes de que alimente la inflación o afecte aún más a compañías que, como Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA, tienen costos y deuda en dólares.
‘Las señales contradictorias en parte son reflejo de lo complicado que es conciliar todos los objetivos de las políticas’, dijo Eduardo Suárez, estratega de monedas latinoamericanas de la filial Scotiabank de Bank of Nova Scotia en Toronto. ‘Uno quiere baja inflación pero también una moneda débil para proteger a la industria. Los objetivos en muchos casos chocan entre sí’.