Británicos de Malvinas votarán en segundo y último día de referéndum

Actualizado
  • 11/03/2013 08:11
Creado
  • 11/03/2013 08:11
Los habitantes de las Islas Malvinas votan este lunes en la última jornada de un referéndum de dos días convocado para dejar claro su de...

Los habitantes de las Islas Malvinas votan este lunes en la última jornada de un referéndum de dos días convocado para dejar claro su deseo de seguir siendo un territorio bajo administración británica, a pesar de las reivindicaciones de soberanía de Argentina.

Los habitantes de las Islas Malvinas votan este lunes en la última jornada de dos días de un referéndum puesto en marcha para dejar claro su deseo de seguir siendo un territorio bajo administración británica, a pesar de las crecientes reivindicaciones de soberanía de Argentina.

En una iniciativa promovida por los residentes del archipiélago, 1.672 votantes están convocados para decir si desean seguir siendo un territorio ultramarino de Gran Bretaña.

En este segundo día de consulta, la votación se celebrará entre las 13H00 y las 21H00 GMT.

El gobierno local se alegró el domingo por la fuerte participación durante la primera jornada del escrutinio en el que no hay dudas de una victoria del "sí", pero con el que los isleños esperan que la fuerza del voto democrático deje claros sus deseos.

"Lo que estamos intentando hacer es enviar un mensaje", explicó a la AFP Barry Elsby, un miembro de la Asamblea Legislativa del archipiélago contactado telefónicamente por la AFP.

"Argentina nos está ignorando completamente. Pero el resto del mundo verá esto como lo que es, la visión democrática del pueblo. No importa lo que diga Argentina, el resto del mundo no lo ignorará"

Las casas y las tiendas de la capital, Stanley, estaban decoradas con carteles y banderas de la British Union Jack y de las Islas Malvinas.

Buenos Aires calificó este referéndum como un sin sentido y afirmó que es "un intento británico de manipular" la condición de este remoto archipiélago situado en el sur del océano Atlántico, donde rara vez hace calor debido a los fuertes vientos que azotan las islas.

En el año 1982, Argentina ocupó las islas pero fue expulsada del archipiélago después de una guerra de 74 días que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos.

Gran Bretaña administra Las Malvinas, que los británicos llaman "Falklands", desde 1833, pero Buenos Aires reclama este archipiélago al que considera parte del territorio argentino.

Las tensiones diplomáticas se incrementaron en los últimos años, especialmente tras el descubrimiento de petróleo cerca del archipiélago, y la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, fue aumentando sus reivindicaciones progresivamente.

El sábado, la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, afirmó que el referéndum "no tiene efecto alguno desde el punto de vista del derecho internacional".

"Su previsible resultado no pone fin a la disputa ni a los incuestionables derechos argentinos", declaró Castro.

Argentina, que se encuentra a 400 km de distancia del archipiélago, calificó de "ilegal" este referéndum ya que sostiene que los isleños son una población "implantada" y, por tanto, no tienen el derecho a la autodeterminación.

Por su parte, Londres, situada a más de 13.000 km de distancia de las disputadas islas, asegura que no discutirá sobre temas de soberanía con Buenos Aires salvo que fuera el deseo de los isleños.

Los habitantes de Las Malvinas esperan que el resultado del referéndum sirva para enviar un mensaje claro a otras capitales y presionarlas para obtener reconocimiento internacional.

Estados Unidos, por ejemplo, se ha guardado mucho de tomar partido en el contencioso, a pesar de su alianza con el Reino Unido, donde el referéndum apenas ocupó espacio en la prensa y pocos periódicos publicaron breves reportajes o fotografías sobre este territorio de ultramar.

Observadores internacionales, muchos de ellos procedentes de Sudamérica, están controlando esta votación.

Los corredores de apuestas de Ladbrokes calificaron el resultado como "la mayor certeza en la historia de las apuestas políticas".

El referéndum, que se está celebrando a través de un inhóspito territorio de 12.000 km cuadrados, supone un desafío logístico.

El 80% de los 2.563 residentes del archipiélago vive en la capital Stanley, pero muchos cientos habitan en zonas alejadas, bien en granjas de cría de ovejas o en pequeños pueblos remotos.

Para que todos voten, habrá cuatro colegios electorales fijos (uno en Stanley y otros tres en pueblos) y urnas móviles que se desplazarán por las islas en avión y en todoterreno.

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