Fujimorismo y aliados afrontan su mayor crisis política

Actualizado
  • 13/10/2018 02:10
Creado
  • 13/10/2018 02:10
La detención de Keiko Fujimori, presuntamente por lavado de dinero, complica seriamente el futuro político de la líder del partido Fuerza Popular y enfrenta al partido opositor a su peor crisis

El fujimorismo de Fuerza Popular (FP) y sus aliados del Partido Aprista Peruano (APRA) afrontan su mayor crisis política e institucional ‘desesperados' y sin atinar a dar una respuesta a la sucesión de derrotas y golpes legales, electorales y políticos que los acosan desde hace semanas.

‘Todos los testimonios recogidos hasta la fecha desvinculan a la señora Keiko de un ilícito penal',

GIULIANA LOZA

ABOGADA DE KEIKO FUJIMORI

‘La verdad es que se los ve desesperados, no hacen más que tomar decisiones poco reflexivas, incorrectas y perjudiciales', apuntó a Efe un diputado del partido centrista Acción Popular, ocasional aliado de ambos grupos y opositor al presidente Martín Vizcarra.

Y es que FP, que en 2016 obtuvo una mayoría parlamentaria aplastante en las elecciones generales, lleva semanas a la defensiva, acumulando derrota tras derrota en todos los ámbitos y expuesto en sus contradicciones ante una ciudadanía que parece haberles dado la espalda.

La retahíla de fracasos se aceleró desde el pasado mes de julio, tras el estallido del escándalo de corrupción judicial que parece afectar de forma directa a las más altas estructuras del partido, empezando por su líder, Keiko Fujimori.

El apoyo político evidente que FP y APRA, partido del expresidente Alan García, otorgan tanto al juez supremo César Hinostroza como al fiscal general Pedro Chávarry, supuestos líderes de la trama corrupta, ha hundido la reputación de ambos ante la opinión pública.

A eso se une la cada vez mas evidente financiación que Odebrecht entregó a FP de forma irregular.

Las propuestas del presidente Martín Vizcarra para reformar la Constitución para combatir la corrupción fue recibida con sorna y desprecio por el FP y el APRA, que tardaron en percibir el enorme respaldo popular de esas propuestas.

Solo recularon acuciados por unas encuestas demoledoras en su contra y presionados por la velada amenaza de Vizcarra de cerrar constitucionalmente el Congreso y convocar nuevas elecciones en un contexto de desafección popular.

Las dificultades para mantener una línea coherente de discurso en este contexto fueron evidentes, ya que se vieron obligados a votar propuestas que denostaban públicamente.

En ese contexto llegó la tormenta. El 3 de octubre la Justicia peruana anuló por irregular el indulto que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski otorgó a Alberto Fujimori. Luego, las elecciones municipales y regionales del día 7 dejaron al FP como el gran derrotado, lo que ya se sospechaba, mientras que el APRA prácticamente ni concurrió.

Y el día 9 la misma Keiko Fujimori fue detenida preventivamente sospechosa del crimen de lavado de activos. Fujimori y el FP, en cambio, alabaron la independencia judicial en 2017 cuando el expresidente Ollanta Humala y su mujer fueron detenidos por delitos similares.

El jueves 11, la Corte Suprema habilitó que tanto FP como Fujimori sean investigados bajo la ley que persigue el crimen organizado.

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