'La crisis sanitaria puede convertirse en una crisis alimentaria', dice la Cepal

Actualizado
  • 18/06/2020 00:00
Creado
  • 18/06/2020 00:00
La crisis sanitaria provocará, según cálculos de la Cepal, 30 millones de personas pobres para sumar un total de 215 millones, de los cuales 83 millones estarán en la línea de pobreza extrema

El panorama que dibuja la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Caribe sobre la región, como consecuencia de la pandemia, es aterrador. “La crisis sanitaria puede convertirse en una crisis alimentaria”, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas con sede en Chile.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas con sede en Chile.

Bárcena participó el pasado lunes en un conversatorio virtual para el lanzamiento del observatorio de precios de medicamentos utilizados contra la covid-19, que compara el costo de los fármacos en 21 países, y desarrollado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops, por sus siglas en inglés).

Durante su participación habló de las realidades sociales que enfrenta la región, las consecuencias de la crisis sanitaria, además de la necesidad de enfrentar la corrupción y fortalecer la transparencia en la gestión pública.

La crisis sanitaria provocará, según los cálculos de la Cepal, 30 millones de personas pobres para sumar un total de 215 millones, de los cuales 83 millones estarán en la línea de pobreza extrema. La cifra de nuevas personas que ingresan a la pobreza extrema será de 16 millones.

Para Bárcena, a estas cifras hay que prestarle mucha atención e importancia “porque las personas en extrema pobreza no pueden llegar a cumplir sus necesidades básicas alimentarias”.

La crisis sanitaria ha paralizado la economía mundial y en Panamá, por ejemplo, después de 100 días desde que se detectó el primer caso del nuevo coronavirus, las autoridades no han podido reactivar el tercer bloque económico, donde está una de las industrias más fuertes: la construcción.

El empleo informal empieza a tomar más espacios y, de acuerdo con cifras de la Cepal, ya anda por el 53% en la región. Los números absolutos y los porcentajes sobre la realidad económica y social de América Latina son una bomba de tiempo.

En palabras de Bárcena, mecanismos como el observatorio de precios de medicamentos de la Unops son de “suma importancia” porque evitan los sobreprecios. Además, antes de la pandemia ya había un malestar social, debilidades en las instituciones y falta de confianza de los ciudadanos en el Estado.

La secretaria ejecutiva de la Cepal echa manos a cifras para explicar esta realidad de la región. En 2010, la confianza de los ciudadanos en las instituciones era del 45%, sin embargo, antes de la crisis solo alcanzaba el 22%.

“Esto quiere decir que hay algo que tenemos que hacer para promover la transparencia, el acceso a la información pública sobre las compras de los insumos médicos y medicamentos por la pandemia”, recalcó.

La transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información son pasos fundamentales para recobrar la confianza pública, aseguró.

El observatorio pone a disposición de la sociedad civil y de los gobiernos información oficial al comparar los precios de compras de medicamentos de 21 países de América Latina. Panamá no fue incluido en la comparación, sin embargo, la Unops considera que los países que no están, pueden incorporarse a la plataforma.

“La herramienta permite optar por precios justos y buscar soluciones pragmáticas”, consideró Bárcena. La eficiencia de las compras públicas permite un mejor gasto público, agregó.

Para enfrentar la crisis sanitaria, Bárcena habló de las dos propuestas que han presentado a los países. En primer lugar, que los gobiernos proporcionen a los ciudadanos un ingreso básico de emergencia equivalente a la línea de pobreza por seis meses, que representaría el 2,1% del producto interno bruto.

Esto permite, dijo, que las personas puedan tener durante este año una garantía de subsistencia.

Lo segundo es otorgar subvenciones temporales a la micro, pequeña y mediana empresa para cubrir los costos de la mano de obra en función al tamaño de la empresa y la capacidad financiera.

Bárcena también habló de la necesidad de un sistema de salud universal, de calidad y gratuito, como una forma de combatir la corrupción.

Finalmente, se requiere una nueva cultura e instituciones renovadas asociadas a la transparencia, y en ese sentido, Bárcena consideró que Unops “hace un papel importante”.

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