Biden Vs. Trump: la guerra por el trono presidencial estadounidense

Actualizado
  • 06/10/2020 00:00
Creado
  • 06/10/2020 00:00
El presidente y el ex vicepresidente estadounidenses se enfrentaron en el primero de los tres debates que mantendrán hasta el día de la votación presidencial. Para los expertos, el debate fue una prueba de comportamiento y dejó a la población estadounidense con más dudas que respuestas

Tras la realización del primer debate de elecciones generales entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del partido Republicano y el candidato a la presidencia por el partido Demócrata, Joe Biden, los expertos han señalado las diferencias en conducta y conocimientos de ambos candidatos, dejando en evidencia la brecha de ideologías y planes futuros para la nación estadounidense.

Según encuestas llevadas a cabo por 'The Economist', Biden presenta un 89% de ganar la mayoría de votos en el Colegio Electoral, donde necesita 270 de 586 para ser el nuevo presidente de EE.UU.

Dentro de un análisis previo llevado a cabo por la cadena televisiva estadounidense CBS News, el 6% de los espectadores, el pasado martes, no estaba seguro de por quién votar el próximo 3 de noviembre, mientras que el 73% de los espectadores estaba esperando ver el rendimiento de sus candidatos. En el evento llevado a cabo en el auditorio de la Universidad de Case Western Reserve, se tocaron temas como la asignación de nuevos jueces en Tribunal Supremo, la afectación de la covid-19, la reactivación económica, casos de violencia racial en el país, la integridad de la votación electoral y los trasfondos de los candidatos, cada tema en un margen de 15 minutos.

Los puntos fuertes de ambos expositores se centraron en el seguro de salud nacional por parte de Biden, mientras que Trump se aparaguó bajo los registros de crecimiento de la economía en el término de su mandato. Trump, de 73 años, y Biden, de 78, se presentaron al debate moderado por el periodista de Fox News, Chris Wallace, quien luchó durante los 90 minutos por mantener el orden entre ambos exponentes ante las continuas interrupciones.

La ofensiva de Trump hacia el partido Demócrata no se hizo esperar demasiado durante el debate, mientras que Biden dio pie a algunos nombres ofensivos a su contrincante como “payaso” o instándole a “callarse la boca” en varias ocasiones. El vaivén de interrupciones y ataques personales –la mayoría por parte del presidente Trump– polarizaron el debate, que rápidamente se vio comprometido y según expertos analistas de medios como CBSN o The New York Times ha sido categorizado como uno de los más “caóticos” hasta la actualidad.

En el debate, Trump reafirmó su confianza en las decisiones en pro de la economía de EE.UU. llamándola “la mejor economía de la historia”, lo que BBC explicó como un argumento falso, ya que la tendencia positiva de la economía nacional había iniciado durante la administración del expresidente Barack Obama y antes de la pandemia por el nuevo coronavirus ya existía una estabilidad económica por dicho sistema. Biden contradijo al presidente en este tema: “La economía que goza Estados Unidos fue una herencia que obtuvimos tras el mandato de Obama y que el presidente Trump no ha hecho más que explotarla sin beneficios para los negocios de los ciudadanos”.

Otro de los puntos clave dentro del enfrentamiento fue la postura de ambos candidatos presidenciales ante el problema de la violencia y el racismo en el país, a lo que Biden respondió: “Hay una injusticia sistemática en este país, así como en el reforzamiento de la ley y las maneras en que se lleva a cabo”.

Biden comentó que de llegar a ocupar la Oficina Oval, unirá las fuerzas de las uniones civiles de derechos humanos, cuerpos policiacos y directores de seguridad nacional para “trabajar en la manera de garantizar mayor transparencia en los casos de injusticia”, ya que considera necesario “un sistema donde las personas sean responsables de sus actos y sus consecuencias”.

Por su parte, el presidente Trump constató respuestas ambiguas acerca del hecho, refiriéndose a la detención del programa de sensibilización racial, impartido por los directivos de las agencias federales de la milicia nacional. “La administración de Trump decretó el pasado mes de septiembre que los directivos de agencias federales detuvieran el entrenamiento de sensibilidad racial que abarcaba los temas de privilegio blanco, supremacía blanca y teorías racistas”, explicó Biden en su intervención.

“Lo detuve porque era un programa racista y muchas personas estaban quejándose de que estaban siendo obligadas a escuchar cosas sin sentido y estaba tomando lugar una revolución radical dentro de los cuerpos militares del país”, indicó Trump, “ese programa les enseñaba a las personas a odiar nuestro país y no iba a permitir que sucediera, tenemos que regresar a los valores principales de la nación”.

Pandemia

En cuanto al tema del nuevo coronavirus que ya ha cobrado la vida de más de 205 mil ciudadanos en EE.UU. y alcanzó a más de 7 millones de contagiados recientemente, los postulados debieron indicar sus perspectivas, y lo que se necesita para fortalecer al país en estos momentos. Biden fue rápido en arremeter contra el presidente Trump, a quien tachó de “irresponsable” por la realización de mítines con miles de personas, sin distanciamiento físico y falta de mascarillas; además, señaló en su argumento la “pobre gestión” del presidente en materia de ralentización de la curva de contagios y muertes por el virus.

“Tenemos el 4% de la población mundial, pero el 20% de las muertes por el virus”, apuntó el demócrata, lo que según informes de la Universidad John Hopkins es cierto ya que EE.UU. cuenta con 328 millones de pobladores dentro de los 7,7 mil millones del mundo y la cuenta de muertes a nivel mundial ha alcanzado el millón 4 mil 808.

Trump y un contagio

Tras el debate del pasado martes, el presidente estadounidense fue diagnosticado positivo por el nuevo coronavirus al igual que su esposa, la primera dama Melania Trump.

Hasta el momento, el doctor asignado de la Casa Blanca, Sean Conley, comentó que el estado actual de la salud del presidente era “delicado” y que su nivel de oxígeno se redujo dos veces desde su diagnóstico, y había comenzado el tratamiento con dexametasona.

El presidente recibió oxígeno adicional al menos una vez después de dar positivo, dijo el Dr. Conley al medio BBC, quien también trató de aclarar la confusión anterior causada por declaraciones contradictorias sobre la condición de Trump.

Pese a que Trump aseguró que “estamos a pocas semanas de una vacuna contra la covid-19”, el principal asesor científico del programa de vacunas de Estados Unidos, Moncef Slaoui, comentó aNPR que hay una “muy, muy baja probabilidad” de que una vacuna esté disponible antes de que cierre el mes de octubre, sino que posiblemente haya una dosis de la vacuna para finales de diciembre y únicamente para 20 o 30 millones de personas en el país, priorizando adultos mayores y trabajadores de primera línea.

Luego, la producción de la vacuna aprobada sería manufacturada para distribuirse a la población de Estados Unidos para mediados de 2021.

Ataques y presión política

En medio de las preguntas dirigidas por Wallace, uno de los temas con mayor respuesta de ambas partes fue acerca del hijo de Biden, Hunter Biden, a quien acusó de ser dado de baja de la milicia naval del país por “fallas en una prueba de drogas y con baja deshonrosa”, por ser hallado positivo en consumo de cocaína. Esta observación por parte del presidente Trump agravó el ambiente durante el debate, además de ser una acusación falsa según reportó la BBC: “El hijo de Biden fue dado de baja de la milicia naval, sin embargo, no tuvo una baja deshonrosa, que es el mayor castigo que la milicia puede dar a cualquier soldado”.

Durante el debate televisado, el presidente Trump evadió diversas preguntas y se mostró agresivo verbalmente hacia Biden, algo que los expertos han analizado como resistencia a soltar el poder.

De ese punto en adelante la zona de debates fue vista como una zona campal, mientras que el presidente interrumpió a Biden y a Wallace, el demócrata se mantuvo constante en su forma de hablar y reiteradas veces volteó directamente a la cámara e instó a los espectadores a ir a votar, de forma presencial o por correo. “Vayan a votar, solo así lograremos un cambio”, enfatizó Biden, “yo no confío en él y sé que ustedes tampoco, así que voten el 3 de noviembre o en proceso adelantado si el estado en el que viven lo permite”.

El mayor punto de interés de la noche fue la integridad de las elecciones, ya que el presidente Trump aseguró que el sistema de votación por correo “creará unas elecciones fraudulentas” y que solo aceptará el resultado final de las votaciones si la confirmación proviene del Colegio Electoral. Wallace pidió a ambos postulantes jurar que no reclamarían la victoria ante sus partidos y seguidores hasta que las balotas fueran contadas, a lo que Trump indicó: “Esto va a ser un fraude como nunca se ha visto. Es posible que no sepamos el resultado durante meses, porque estas papeletas van a estar por todos lados”.

Estas afirmaciones por su parte dejan ver su resistencia ante la transferencia pacífica del poder si llega a ser derrotado en las urnas, lo que a su vez pone en situación crítica el estado democrático del país. La decisión de Trump salió a la luz unos días después de que dijera a los periodistas en la Casa Blanca, que “no se comprometería a transferir el poder de forma pacífica si perdía las elecciones”, como reportó The New York Times. Por su lado, Biden ha dicho que acatará los resultados de las elecciones una vez que se hayan contado todos los votos, a lo que a su vez recalcó a Trump: “Eres el peor presidente que Estados Unidos ha tenido”.

Además, el punto cerca del final de la noche fue la imposibilidad del presidente de condenar a los supremacistas blancos en medio de un ambiente de peligro racial en el país, desencadenado por la muerte del afroamericano George Floyd a inicios de este año. Wallace preguntó a Trump si “¿estaría dispuesto a condenar a los supremacistas blancos y grupos de milicia?” –indicando específicamente al grupo de supremacistas blancos 'Proud Boys'–, el presidente no respondió afirmativa ni negativamente, sino desviando la respuesta hacia los “ataques del ala izquierda”.

Para el próximo debate presidencial que se llevará a cabo el 15 de octubre en Miami, Florida, la comisión de debates presidenciales de EE.UU. indicó que habrá cambios de estructura en el encuentro, para asegurar “herramientas adicionales para mantener el orden en los debates restantes”, sin embargo, no ha ofrecido detalles específicos al respecto.

Sin embargo, al momento de la realización de esta nota, Trump sigue hospitalizado, y aunque los médicos consideran que no está “totalmente fuera de peligro”, según el doctor Sean Conley, el mandatario podría seguir siendo tratado de la covid-19 en la Casa Blanca después de haber cumplido 72 horas sin tener fiebre.

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