La migración más grande del planeta

Jamás hubiese imaginado que este título se referiría a mi país Venezuela, conscientes de que la migración es la consecuencia y somos muchos los que luchamos, todos los días, para poder unir más voluntades en pro de erradicar el cáncer que lo origina.

Recientemente leí en un artículo de Daniel Lozano del diario El Mundo: “Venezuela: un éxodo masivo a punto de superar al de Siria. La crisis en el país latinoamericano ha expulsado a 5,6 millones de migrantes y refugiados y, de prolongarse, se estima que su número desbordará el del país árabe este año”. O bien como lo dice David Smolansky, comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos: “Actualmente somos 5,6 millones de desterrados. Con la prolongación de la dictadura en Venezuela, combinada con la apertura de la frontera aumentaría la probabilidad de que en unos meses seamos 7 millones de refugiados, superando a los sirios”.

Por lo que es de agradecer el evento del jueves 17 de junio, donde se dio lugar a la Conferencia internacional de donantes en solidaridad con migrantes y refugiados de Venezuela, que tuvo lugar en formato virtual, y que contó con la participación de alrededor de 60 países, donde se buscó sensibilizar a la comunidad internacional sobre la grave crisis migratoria que vive la región.

De igual forma busca movilizar recursos para apoyar a la población desplazada y a las comunidades de acogida más destacadas, además de abordar la situación agravada por la covid-19, y facilitar un mayor compromiso y coordinación entre los actores principales.

Quiero hacer hincapié en el agradecimiento al Gobierno de Canadá, en especial a su embajadora en Panamá, Lilly Nicholls. Gracias a su organización y el relevante rol como anfitriones de su país en la Conferencia de donantes para Venezuela, hoy hemos dado pasos importantes para activar mecanismos a la asistencia de nuestra población más vulnerable en los países de acogida.

Para nosotros, como venezolanos, ha sido de inmenso valor la acogida que este tipo de iniciativas ha tenido en la orquesta de naciones, pues sin duda alguna no podemos solos. La magnitud de la crisis que afecta a más de 5,6 millones de migrantes venezolanos requiere de apoyo, de solidaridad y de empatía con nuestra causa. Gracias a todos quienes de una u otra forma nos acompañan en esta lucha.

En la conferencia participaron, además, la Organización de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y el Banco Mundial, entre otras organizaciones y organismos internacionales.

Los recursos obtenidos serán distribuidos directamente entre los países receptores de migrantes y refugiados, y a los organismos internacionales que atienden la crisis venezolana.

Sin duda, un gran alivio de una realidad que seguirá creciendo mientras no consigamos salir de lo que la origina y que está empeñada en llevar su proyecto a Latinoamérica, por lo que estoy segura que los demócratas y luchadores de DDHH seguiremos con más fuerza y unidos levantando la voz hasta restablecer el orden y el respeto a las instituciones y a los seres humanos.