Reino Unido, Ecuador y Assange

No hay duda que entre los desafíos que enfrenta el Reino Unido en América Latina, el caso de Julián Assange, no es ni remotamente el más espinoso. Sin embargo, ante los graves desafíos actuales que enfrenta el Reino Unido (RU), por ejemplo, el referéndum independentista la próxima semana en Escocia, o las maniobras de David Cameron ante las presiones para actuar en las guerras en Irak y Siria para combatir el terrorismo del Estado Islámico. Problemas que hacen temer que Assange quede atrapado y sin salida en la sede diplomática de Ecuador en la capital británica.

El Ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, dijo que la salud de Assange se deterioraba, aunque mantenía bien su espíritu. El hombre de Wikileaks languidece desde hace dos años en dicha sede, mientras Ecuador sigue desafiando al Reino Unido para que se respete el derecho de asilo concedido a Assange. Pero este australiano sigue siendo hoy una de las personas más buscada por los tribunales en EE. UU., Suecia y el RU. Dos años antes resistía, en arresto domiciliario en Inglaterra, para evitar su extradición, primero a Suecia y, desde ahí, a los EE.UU., donde en secreto, según informes de medios, tribunales y jueces estadounidenses ya habían decidido imputarlo ‘por alta traición’. La Fiscalía Sueca no ha decidido imputarlo por los casos que se le ha acusado. En el parlamento británico se creó una enmienda a la Ley de extradición de 2003 que pudiera favorecerlo, pero no es retroactiva. RU tiene una posición firme y rígida ante el caso de Assange. No se ven soluciones a corto o mediano plazo. Hoy el hombre que conmocionó la diplomacia internacional y que puso patas arriba las prácticas de la política exterior estadounidense y las potencias occidentales, es el mismo que se encuentra atrapado en el limbo legal en una modesta sede diplomática latinoamericana en Londres.