HRW denuncia calvario de mujeres violadas en Mauritania

Actualizado
  • 05/09/2018 08:30
Creado
  • 05/09/2018 08:30
Lo más grave -afirma HRW- es que cuando se abre una investigación, suele ser contra la víctima por "la condición moral" de esta última, especialmente si no puede probar que se trató de una relación no consentida

Las mujeres víctimas de violación en Mauritania acaban generalmente perseguidas judicialmente por el delito de fornicación, además de sufrir un grave estigma social, denuncia hoy un informe de Human Rights Watch (HRW).

El informe "Me dijeron que me callase", redactado tras el envío de una misión investigadora que ha entrevistado a 33 mujeres víctimas de violación, recuerda que la criminalización de las relaciones sexuales extramaritales bajo el delito de "fornicación" supone un riesgo para todas las que denuncian una violación.

En primer lugar, el estigma social que supone ser violada hace que la familia comience presionando a la víctima para no denunciar el hecho ante la policía; y si lo hace, la Policía y el sistema judicial "no respetan sus derechos y su dignidad" y "no garantizan la confidencialidad del caso".

Lo más grave -afirma HRW- es que cuando se abre una investigación, suele ser contra la víctima por "la condición moral" de esta última, especialmente si no puede probar que se trató de una relación no consentida.

Cita el caso de una niña de 15 años violada repetidamente durante dos semanas por una banda de cuatro hombre, que terminó ella misma encarcelada solo por revelar al juez que conocía a uno de los agresores, el cual le había prometido casarse con ella más tarde.

Aunque Mauritania no suele aplicar las penas de latigazos o lapidación a las fornicadoras -existentes en su Código Penal-, el castigo alternativo (y no escrito) es que "pueden verse encarceladas indefinidamente", o hasta que una comisión de doctores islámicos pida su indulto.

Los problemas de las mujeres violadas no terminan ahí: los hospitales públicos no aceptan examinar a una mujer por agresiones si no ha presentado previamente una denuncia policial, y rechazan además realizar abortos en caso de que la violada quede encinta por no contemplar el caso el Código Penal mauritano.

Por último, no hay establecimientos públicos que den cobijo a las mujeres violadas y repudiadas por sus familias, o que ofrezcan cuidados psicológicos a estas últimas.

HRW explica que el gobierno mauritano aprobó en 2016 un borrador de ley para luchar contra la violencia de género que aún no ha sido visto en el Parlamento, y sugiere que es el momento de enmendarlo para prohibir claramente todas estas políticas y prácticas "contrarias a los derechos humanos", aunque solo sea para cumplir con los tratados internacionales firmados por el país.

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