Pandemia no detiene el tráfico de drogas y aumenta su consumo

De acuerdo con el último reporte de la Oficina de la ONU sobre la Droga y el Delito (Onudd), el trasiego de sustancias ilícitas ha mostrado una recuperación rápida tras las restricciones impuestas por la pandemia. En algunos casos, superando los niveles de tráfico previos a la covid-19.

El informe 'World Drug Report 2021', publicado este jueves, presenta un análisis sobre el comportamiento actual del mercado de las drogas y el impacto potencial que ha tenido la crisis sanitaria en este.

El aumento de las muertes causadas por las drogas es uno de los problemas destacados por el documento.

Tan solo en 2019 el organismo registró medio millón de fallecidos, lo que marca una tendencia de aumento sostenido y donde en la última década se han duplicado las muertes.

Esta situación, subraya el organismo, estaría vinculada con un incremento de la disponibilidad de los opioides y una mayor potencia de los mismos, lo que hace hoy “más dañino” su consumo.

La heroína estaría entre las más letales, cuyo uso termina muchas veces en sobredosis, además de estar relacionada con la transmisión de enfermedades como la hepatitis C y el VIH.

El uso del fentanilo y otros narcóticos sintéticos han contribuido al pico de decesos por sobredosis.

También pese a la emergencia sanitaria, que alteró los patrones de consumo, esto no representó un freno en las muertes.

“La pandemia (...) provocó cambios en el consumo: en general, las drogas sintéticas y la cocaína se usaron menos debido al cierre de los locales sociales y recreativos; mientras que el consumo de marihuana y tranquilizantes aumentó”, apunta la ONU.

El informe registra que desde 2010 hubo un aumento del 22% en el consumo mundial de drogas. Durante el último año, unas 275 millones de personas han consumido drogas, en comparación con las 226 millones contabilizadas hace una década.

Al ver el panorama de la juventud, el informe encontró en esta franja poblacional una disminución en la percepción del riesgo sobre el uso de drogas.

“La menor percepción de los riesgos del consumo de drogas se ha relacionado con tasas más altas de consumo, y los hallazgos del 'Informe mundial sobre drogas' (...) destacan la necesidad de cerrar la brecha entre la percepción y la realidad para educar a los jóvenes y salvaguardar la salud pública”, destacó en declaraciones a la agencia EFE la directora ejecutiva de la Onudd, Ghada Waly.

Destaca también que el aumento de consumidores en términos absolutos está ligado con el aumento poblacional en el mundo.

En cuanto a la producción de opiáceos, México, Afganistán y Birmania siguen a la cabeza; mientras que con la cocaína, Colombia se mantiene como el principal productor.

El reporte apunta que a pesar de que durante 2020 hubo interrupciones en la cadena de suministros de la fabricación, especialmente por las restricciones de movilidad interna e internacionales, el cultivo de coca no tuvo muchas afectaciones.

Otro hallazgo del informe señala que si bien hubo una baja en el cultivo de coca, un 5% en 2019, esto no se reflejó igual en la producción, que contrariamente se duplicó.

Entre 2014 y 2019 la producción de cocaína fue el doble, siendo Europa y Estados Unidos los principales mercados.

Durante ese periodo hubo cifras récord que llegaron hasta las 1,784 toneladas.

El panorama en el combate contra el tráfico se ve más complicado por los precios bajos y las nuevas modalidades de comercialización.

Esto se ve reflejado en la subida de las ventas por internet, que alcanzan según la ONU unos $315 millones anuales.

Las ventas no presenciales, como las efectuadas por correo, también subieron. Estos mecanismos siguen siendo un porcentaje menor dentro de la industria del narcotráfico, pero evidencian una tendencia que podría crecer tras la pandemia.

Según la ONU, la mayor disponibilidad y calidad de la cocaína del mercado tendría que ver, entre otras cosas, con el surgimiento de nuevas organizaciones criminales en el tráfico de drogas. Sobre todo en las rutas que van desde América del Sur a Europa, por medio de grupos delincuenciales en Italia, España y Colombia.