El judoka del Kremlin y las tácticas del autoritarismo

Actualizado
  • 18/02/2022 00:00
Creado
  • 18/02/2022 00:00
La lucha por la democracia lidera un periodo mundial de estos tiempos. Los nuevos y antiguos rostros de autoritarismo siguen marcando su poder y afianzando las crisis
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping.

En el ámbito internacional, los regímenes autoritarios son particularmente peligrosos por la poca estabilidad y seguridad que producen. El actuar de naciones bajo liderazgos autoritarios está atada a las emociones y la psicología del líder supremo y no de un estado de derecho anunciado y consensuado.

El régimen ruso de Vladimir Putin es un ejemplo. Durante los últimos tres meses, el mundo ha sido consumido por las amenazas de una invasión rusa a Ucrania. Analistas políticos a nivel mundial confiesan a diario no entender la estrategia del jefe del Kremlin. Sin embargo, las tácticas del ex-agente de la KGB son evidentes, si consideramos la psicología del adversario de la libertad y la democracia.

En el 2012, Vladimir Putin fue otorgado el grado de octavo dan por la Federación Internacional de Judo. Un honor que menos de una decena de cintas negras en judo tienen en la actualidad y el segundo más alto otorgado a un atleta del arte marcial japonés. El judo se diferencia de otras artes marciales japonesas por su énfasis en randori (que en japonés significa el ejercicio o la técnica de implementar una serie de ataques aleatorios) y no en kata (la palabra japonesa para describir una serie de movimientos organizados). En el judo, el combatiente no utiliza golpes directos - el objetivo es derribar a un oponente, inmovilizarlo con una llave u obligarlo a someterse, presionando una articulación o estrangulándolo. Estos elementos que diferencian al judo están presentes en las tácticas del Kremlin.

Ucrania

El 15 de febrero, el gobierno ruso anunció que sus equipos militares en la frontera con Ucrania iniciaron su repliegue a sus respectivas bases, tras culminar los ejercicios militares. Un anuncio que vino horas antes de la reunión entre el nuevo canciller alemán Olaf Scholz y Putin, en Moscú.

El anuncio fue celebrado, aunque con cautela, por lideres mundiales como un signo de desescalada de las tensiones. Lo más probable, sin embargo, es que el experto judoka al mando de las fuerzas militares rusas simplemente está cambiando su centro de gravedad, para desbalancear a sus oponentes.

Lo que no figuró en los medios internacionales es que la Duma (el cuerpo legislativo de Rusia) en Moscú votó a favor de enviar una petición directa a Vladimir Putin para que reconozca a los territorios ucranianos de Luhansk y Donetsk como repúblicas populares independientes. Recordemos que la Federación Rusa está compuesta por territorios federales y 22 repúblicas. Y en la mañana del 17 de febrero el pueblo de Stanytsia en Luhansk fue bombardeado con artillería pesada. El gobierno ucraniano acusó a los separatistas pro rusos y vice versa.

En realidad, Rusia no retiro tropas de la frontera, simplemente difundió un video de una retirada de tanques y equipos pesados. Los monitores de la OTAN confirmaron que Rusia agregó más bien 7 mil soldados al frente adyacente a Ucrania, aumentando su presencia a cerca de 150 mil efectivos militares.

El pretexto para declarar a Luhansk y Donetsk como repúblicas independientes lo preparó Rusia en el 2015, cuando logró someter a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa a los acuerdos de Minsk. Tras la invasión rusa de Ucrania del 2014, Rusia logró que Occidente aceptara a largo plazo elecciones autónomas en Luhansk y Donetsk.

Siria

La falsa retirada de tropas rusas de la frontera con Ucrania fue seguida por una visita del Ministro de Defensa Serguéi Shoigú a la base rusa de Hemeimim, en la provincia siria de Latakia, el 16 de febrero. Shoigú fue recibido personalmente por Bashar al-Assad durante su visita a la base militar en el Mediterráneo. Actualmente 15 buques de guerra y unas 30 aeronaves rusas realizan ejercicios militares en conjunto con fuerzas sirias. El gobierno ruso confirmó que trasladó bombarderos Tu-22M3, que tienen capacidad de cargar armas nucleares, y jets MiG-31, con misiles hipersónicos tipo Kinzhal, a Hemeimim, para realizar prácticas de tiro contra buques enemigos.

Las capacidades desplegadas por Moscú en Siria son una amenaza directa a la presencia militar de la OTAN en el Mediterráneo y fortalecen la posición de al-Assad en el Medio Oriente. Este evidente punto de presión no es suficiente para inmovilizar a las fuerzas de la OTAN, pero si logra estirar las capacidades del bloque trasatlántico y dividir aún más las prioridades de seguridad de la Unión Europea y EE.UU.

América Latina

Considerando que en el judo el combatiente no realiza golpes directos para alcanzar su objetivo, debemos ser suspicaces sobre las intenciones de Putin en Ucrania. Durante la segunda mayor crisis internacional de su mandato (la anexión de Crimea en el 2014 siendo la de mayor trascendencia hasta la fecha), Vladimir Putin recibió a altos dignatarios de los líderes de la OTAN. Emmanuel Macron de Francia y Olaf Sholz de Alemania se reunieron con el octavo dan en Moscú y el líder ruso, a su vez. viajó a Pekín para consultar con su nuevo aliado chino, Xi Jinping. Sin embargo, la actividad diplomática con América Latina se intensificó en los últimos dos meses, por encima de los contactos sobre la crisis en Ucrania.

El 18 enero, Putin sostuvo su primera llamada con el régimen dictatorial de Daniel Ortega en Nicaragua. El primer contacto entre los jefes de estado desde el 2014. El 20 de enero, el líder del Kremlin se reunió virtualmente con el dictador venezolano Nicolás Maduro, y el 24, con Díaz-Canel, heredero del trono de los Castro en la Habana.

El 4 de febrero, el presidente Argentino Alberto Fernández viajó a Rusia, en plena crisis con Ucrania. Putin prometió apoyar a Argentina a lograr una independencia económica de EE.UU. y Occidente. Mientras que Fernández, sin ninguna vergüenza, aduló al régimen ruso y su apoyo durante la pandemia, a pesar que en realidad Moscú incumplió con sus entregas de vacunas y dejó en riesgo a decenas de miles de argentinos, que nunca recibieron la segunda dosis de Sputnik V. El presidente argentino fue tan fiel a su nuevo aliado que prometió a Putin que su país será la puerta de Rusia hacia América Latina. Recordemos además que pocos días antes de su visita, Xi Jinping y Rusia dieron el apoyo a Argentina en su reclamo sobre el control de las Islas Malvinas.

Y, el 16 de febrero, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro visitó el Kremlin, a pesar de las repetidas advertencias del gobierno de EE.UU. Y tras una reunión personal, el líder de Brasil declaró que su gobierno está junto a Rusia, en solidaridad, y Putin calificó a Brasil como su aliado estratégico más importante en América Latina.

Conclusión

El liderazgo autoritario de Vladimir Putin está atado a su psicología y no a un estado de derecho o institucionalidad consensuada y estable, razón por la cual su estrategia a largo plazo elude las predicciones y los análisis de Occidente. Las tácticas del judoka, sin embargo, son evidentes y han sido asertivas. El octavo dan del Kremlin derribó el aura de superpotencia y policía del mundo de EE.UU., a través de su influencia en la política interna de Norteamérica y también magnificando los mensajes de división entre a los aliados de Washington.

La crisis con Ucrania inmovilizó a Alemania, cuyo pragmatismo político a corto plazo pasó de ser una virtud, bajo Angela Merkel, a una debilidad en el frente europeo. El nuevo gobierno de Olaf Scholz, y su dependencia energética con Rusia, nunca arriesgó la viabilidad del oleoducto Nord Stream II en favor de la defensa a la integridad territorial de Ucrania.

Y, finalmente, los distintos puntos de presión que ejerció Moscú sobre Occidente obligaron a EE.UU. a aceptar indirectamente la legitimidad de la dictadura venezolana. Tras una reunión de coordinación de alto nivel del Departamento de Estado de EE.UU. junto a 19 otros países, Washington subrayó su apoyo al dialogo en México entre Maduro y la Oposición y además postergó el llamado a elecciones presidenciales hasta el 2024.

Solo la historia dirá si la estrategia de Vladimir Putin a largo plazo, si es que existe alguna, le dará la victoria al experto en artes marciales. Sin embargo, las tácticas del judoka del Kremlin son impecables, sin un golpe directo, arrodilló al sistema internacional a su autoritaria voluntad

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