Paraguay elige presidente y cierra larga crisis política

PARAGUAY. Las elecciones de ayer en Paraguay tenían un claro vencedor según varios sondeos, en una votación que podría regresar al poder...

PARAGUAY. Las elecciones de ayer en Paraguay tenían un claro vencedor según varios sondeos, en una votación que podría regresar al poder al conservador partido Colorado, desbancado por el izquierdista Fernando Lugo en 2008 tras seis décadas de gobierno. En comicios que según todas las encuestas previas se dirimiría entre el multimillonario colorado Horacio Cartes y el senador oficialista liberal Efraín Alegre, los resultados de los sondeos a boca de urna divulgados a media jornada por los medios de comunicación dieron, sin nombrarlo, una diferencia de al menos 10% entre el primero y el segundo candidato en liza.

Las mesas de votación, que abrieron a las 07H00, cerraban a las 16H00.

Cartes lideró las encuestas de intención de voto sobre Alegre hasta principios de abril, cuando los liberales y los seguidores del caudillo colorado Lino Oviedo, fallecido en un accidente de helicóptero en febrero, sellaron un pacto electoral que volvió más reñida la contienda.

El candidato colorado, de 56 años, un recién llegado a la política que votó por primera vez en 2010, es un exitoso empresario y dirigente deportivo del club de fútbol Libertad, señalado por sus adversarios de contrabando de cigarrillos y vínculos con el narcotráfico.

En 1985 estuvo preso tres meses por un caso de evasión de divisas, del que fue finalmente sobreseído en 2002.

Alegre, de 50 años, conocido parlamentario y dirigente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, uno de los dos históricos partidos tradicionales de Paraguay) y hombre de confianza y ministro de Obras Públicas de Lugo (2008-12), estuvo vinculado a organizaciones sociales desde joven y militó contra la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-89).

El candidato liberal afirma representar el ‘Paraguay decente contra el Paraguay de las mafias’, pero Cartes lo acusa de apropiarse indebidamente de 25 millones de dólares durante su gestión ministerial.

FIN DE LA CRISIS POLÍTICA

Paraguay votaba diez meses después de la destitución de Lugo. El expresidente, quien ganó en 2008 por una alianza en la que los liberales actualmente en el poder aportaron el 70% de los votos, fue defenestrado por el Congreso el 22 de junio de 2012 por ‘mal desempeño de sus funciones’, tras un conflicto de tierras que dejó 17 muertos. La izquierda, dividida en dos grandes grupos tras la caída de Lugo, lucha por convertirse en la tercera fuerza.

Unos 3.5 millones de paraguayos estaban habilitados para votar en más de 17 mil circuitos en todo el país, en comicios que permitirán poner fin a la crisis política del año pasado.

‘Voy a entregar el poder a cualquiera sea que gane estas elecciones para reinstitucionalizar la república de este país’, dijo poco antes de la apertura de los centros de votación el mandatario Federico Franco, exvicepresidente liberal de Lugo que asumió interinamente el gobierno en junio.

El traspaso de mando está previsto para el 15 de agosto.

Más de 300 observadores extranjeros y unos 1,200 nacionales supervisaron los comicios, entre ellos representantes del Mercosur y la Unasur, foros regionales de los que Paraguay fue suspendido tras la salida de Lugo, tildada de ‘golpe parlamentario’ por el expresidente y sus aliados políticos de la región.

Los comicios se realizaban entre denuncias de fraude por compra de votos y otras maniobras electorales históricamente extendidas, contra las que el TSJE advirtió a los votantes: ‘No vendas tu cédula, es un delito’.

Ovelar fue finalmente suspendido el viernes por dos meses sin goce de sueldo.

La compra de cédulas es una práctica muy común en este país agrícola ganadero, cuarto exportador mundial de soja, donde un 40% de los siete millones de habitantes vive en la pobreza, según cifras oficiales.

Lo Nuevo