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- 27/05/2013 02:00
NUEVA YORK. El expresidente guatemalteco Alfonso Portillo (2000-2004) fue extraditado a Estados Unidos y se encuentra recluido en el Centro Correccional Metropolitano de la ciudad de Nueva York, para enfrentar cargos por supuesto lavado de dinero.
Portillo arribó el viernes y fue examinado en un hospital de la ciudad. Luego le trasladaron al centro correccional en el que espera el inicio del juicio.
CARGOS
Portillo es solicitado por una corte de Nueva York que le reclama por presunto delito de lavar 70 millones de dólares en bancos estadounidenses durante su gobierno. La Fiscalía de Nueva York basa la acusación en al menos 17 transacciones sospechosas en bancos de ese país, así como en Europa.
La acusación señala tres episodios de malversación de fondos, el primero, entre los años 2000 y 2002, en el que $2.5 millones fueron donados por la embajada de Taiwán en Guatemala para un programa de compra de libros para bibliotecas escolares.
El segundo episodio, en 2001, consistió en la apropiación ilegal de 30 millones de quetzales (unos $3.9 millones de entonces) propiedad del Ministerio de Defensa.
Y finalmente, Portillo está acusado de lavar en EEUU y otros lugares, cantidades aún no precisadas en su totalidad, pero que habían sido obtenidas ilegalmente, junto a otros conspiradores, del banco público Crédito Hipotecario Nacional.
Si es declarado culpable de las acusaciones en su contra, Portillo podría ser condenado a un máximo de veinte años de cárcel y una multa de $500 mil o el doble del dinero implicado en las transacciones ilegales. También estaría comprometido a entregar en decomiso todo bien inmueble que haya adquirido con el dinero mal habido para compensar lo defraudado.
Portillo deberá comparecer mañana martes ante un juez federal que le leerá los cargos y tendrá la oportunidad de declararse culpable o inocente. Por su parte, el expresidente calificó como un ‘secuestro’ su extradición por considerar que en Guatemala todavía estaban pendientes varios recursos legales.
El exmandatario también enfrentó un juicio en su país. Al terminar su período de mando fue acusado de corrupción y malversación de fondos, por lo que huyó de Guatemala, estableciendo su residencia en México, de donde es extraditado a Guatemala para ser juzgado por los tribunales de justicia.
Luego fue absuelto en 2011 en tribunales guatemaltecos, pero no recobró su libertad debido a la petición estadounidense de extradición.
Esta petición desencadenó una larga disputa legal, tanto en tribunales guatemaltecos como federales de Nueva York durante los últimos años, hasta que finalmente fue llevado a Estados Unidos.