En Cúcuta, principal paso fronterizo entre Colombia y Venezuela, la tensión por el despliegue militar de Estados Unidos en aguas del mar Caribe parece...
- 01/08/2011 02:00
QUITO. La bancada oficialista del movimiento Alianza País, que lidera el presidente ecuatoriano Rafael Correa, logró retener el control de la Asamblea Nacional (Poder Legislativo) tras triunfar en las elecciones legislativas celebradas ayer, domingo.
Los oficialistas, cuyo bloque es mayoría en el ente parlamentario, lograron captar nuevamente la presidencia de la Asamblea con la reelección de Fernando Cordero para el período 2011-2013.
Cordero, hombre de confianza del mandatario, fue designado para el cargo con una mayoría de 62 votos (58 a favor a los que se sumaron 4 blancos), en una reñida elección en la que se enfrentó a la candidata de la oposición, Betty Amores.
Esta legisladora desertó hace pocos meses del oficialismo por desacuerdos con una consulta popular propuesta por el gobierno para reestructurar la justicia del país.
Por la candidatura de Cordero, votaron en contra 58 asambleístas, mientras que otros tres se abstuvieron, según registró la secretaría del Legislativo.
La elección se dio en medio de una caótica sesión legislativa matizada por enfrentamientos verbales entre oficialistas y opositores, que motivó la intervención de la escolta legislativa (efectivos que custodian la seguridad del organismo).
En medio de los incidentes, Cordero juró el cargo y llamó a los sectores de derecha a aceptar la derrota.
‘En democracia se construye ganando o perdiendo, no imponiendo posiciones’, dijo Cordero a sus detractores quienes desde sus curules le pifiaban.
La oposición repudió la designación de Cordero, pues consideran que su permanencia en el cargo no garantiza la independencia de la Asamblea frente al Gobierno.
‘La Asamblea seguirá siendo el patio trasero del Ejecutivo, seguirá siendo una Asamblea de borregos y de alza manos’, afirmó el legislador Abdalá Bucaram.
Las críticas contra Cordero, a juicio de la oposición, se fundamentan en que durante su período solo se han aprobado proyectos del Gobierno y no se ha dado paso a juicios políticos en contra de funcionarios del gobierno por supuesta corrupción.
Las críticas fueron rechazadas por legisladores oficialistas, quienes defendieron la capacidad de Cordero para conducir a la Asamblea en el nuevo período, y ofrecieron continuar con el proyecto político de la llamada Revolución Ciudadana, que promueve Correa.
La víspera, el presidente ecuatoriano Rafael Correa advirtió sobre la posibilidad de disolver la Asamblea si es que en las elecciones legislativas de este domingo se configuraba una nueva mayoría de la oposición para boicotear el plan gubernamental.
‘Veremos cómo van las cosas, yo no excluyo la posibilidad de muerte cruzada, yo no estoy aquí para calentar un puesto. Si se pierde la mayoría y hay una mayoría que sólo quiere boicotear al gobierno, mejor me voy a mi casa’, dijo Correa.