Gobierno chileno confía en iniciar prontamente el diálogo con estudiantes

El ministro de Educación chileno, Felipe Bulnes, confió este lunes en que los estudiantes se sumarán a la "voluntad de iniciar prontamen...

El ministro de Educación chileno, Felipe Bulnes, confió este lunes en que los estudiantes se sumarán a la "voluntad de iniciar prontamente las mesas de diálogo" tras casi cinco meses de movilizaciones para protestar por la calidad de la enseñanza.

El sábado pasado, producto de un prolongado apagón que afectó a gran parte de Chile, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) suspendió una reunión en que se debía definir si llamaba a retornar a clases sin bajar las movilizaciones y al mismo tiempo iniciar una mesa de negociación para destrabar el conflicto.

Bulnes dijo que confía en que la Confech se sume a esta "voluntad de iniciar prontamente las mesas de diálogo", en vísperas de una reunión convocada para el martes por el organismo, que reúne a 25 universidades públicas.

El ánimo favorable a la instalación de una mesa de negociación tras casi cinco meses de conflicto se vislumbró luego de que el gobierno flexibilizó en las últimas horas su postura al aceptar algunas exigencias planteadas por los estudiantes, según transcendió en medios de prensa.

Según el diario La Tercera, el Gobierno se comprometió con los estudiantes a retirar el carácter de urgencia a la tramitación de dos proyectos de ley sobre educación enviados al Congreso sin consensuarlos previamente con los estudiantes.

Dichos proyectos rebajan de 5,6% a 2% el interés de un crédito privado avalado por el Estado al que recurren hoy los universitarios para pagar los aranceles, y también permiten la renegociación de la deuda de unos 110.000 estudiantes morosos, con una deuda promedio de unos 5.000 dólares.

El optimismo fue esbozado ya el domingo por el presidente Sebastián Piñera: "Próximamente creo que vamos a tener muy buenas noticias. Estamos muy contentos y optimistas".

Las protestas estudiantiles estallaron a inicios de mayo, en reclamo de una educación pública gratuita y de calidad en un país con uno de los sistemas más segregados del planeta, producto de las reformas liberales impuestas por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

En más de cuatro meses de conflicto, los estudiantes han protagonizado multitudinarias marchas, la última de ellas el pasado jueves en Santiago con la asistencia de unos 60.000 estudiantes.

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