Ahora Libia, después ¿quién sigue?

ANALISTA

F ueron desechadas todas las formas de intermediación internacional incluida la de observadores y con violación de pactos anteriores con Italia y USA.

Una entrevista que concedió el general Wesley Clark (marzo 2 de 2007), ex comandante general de la OTAN – 1997/2001 y del Comando Europeo de USA (89 países de África, Europa Y Medio Oriente) dejó al descubierto un Memorándum clasificado del año 2001 de la Secretaria de Defensa de USA que le mostraran en una visita al Pentágono.

El citado documento se refiere a como éste país tomaría la administración y control de siete países en cinco años: Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán.

Los hechos comprueban que lo que se viene dando en esos países es parte de la ejecución de éste Plan.

Clark preguntó a uno de sus generales subalternos ¿Por qué atacar Irak si no se ha comprobado alianza con Al-Qaeda, ni tienen armas de destrucción masiva? ‘No lo sé, solo sé que hay que ir a la guerra’ le respondieron.

Se ha aprovechado la guerra interna entre tribus libias, capitalizando, financiando y armando a los rebeldes para tomarse ese país con extensa riqueza del mejor petróleo en calidad del mundo.

Se ha vuelto a utilizar a la OTAN en actos criminales, asesinando miles de inocentes, mientras que las muertes por parte de las milicias oficiales se catalogan como crímenes de lesa humanidad.

La revuelta libia se ha tratado, como en otros países, con gran destaque publicitario, con franco tiradores pagados, cuyas muertes son atribuidas a las fuerzas oficiales (nada nuevo), pero aberrante.

Ahora Libia es tierra de nadie.

Gaddafi mantenía un control entre las tribus de su país, lo que evitó muertes y caos.

También se negó a entregar las riquezas de su país, pero además, las de Georgia, Yugoeslavia y Ucrania.

¿Quienes serán los próximos líderes a quitar del medio: Irán, N.Corea, Bielo Rusia, Sudan dividido o líderes americanos?

Existen a la vez organizaciones ‘privadas’ como las del millonario George Soros, con manejos financieros reprochables, de los cuales ya fue víctima Italia (1992), que actúan en las sombras para pescar en río revuelto, mientras se utiliza a la ONU para legalizar invasiones y crímenes que ‘justifiquen’ la vía a la democracia que nunca ha llegado a los destruidos Irak y Afganistán.

En Libia ya se culminó la primera etapa del plan maléfico, ahora viene la segunda parte, el remate de sus riquezas.

El precio en vidas humanas no importa, los medios para el logro de esos fines planificados, tampoco.

Van a continuar las formas de ir desacreditando a los líderes que se opongan al dominio en cualquier lugar del planeta.

Si usted creía que la época de la colonia había pasado, se equivoca.