Federación de Rusia, el nuevo actor geopolítico

PANAMÁ. La actual crisis económica, que inició en Estados Unidos (EEUU) en 2008 y luego se trasladó a la Unión Europea (UE), ha provocad...

PANAMÁ. La actual crisis económica, que inició en Estados Unidos (EEUU) en 2008 y luego se trasladó a la Unión Europea (UE), ha provocado grandes cambios en el sistema económico mundial. Pero además, ha creado las condiciones para el surgimiento de nuevos e importantes polos de desarrollo y la aparición de nuevos actores geopolíticos. Entre estos nuevos actores se encuentran los países miembros del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), todos potencias emergentes mientras que China es la segunda economía más grande del mundo.

Entre estos nuevos actores se puede destacar el crecimiento de la Federación de Rusia, cuyo crecimiento económico tiene muy buen ritmo.

Los rusos tienen un rol impactante en el G8 (grupo de los países industrializados cuyo peso político, económico y militar es muy relevante a nivel global). Rusia es, además, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), y pertenece al G20, un foro de 19 países y la Unión Europea, todos países industrializados con un peso importante en la economía mundial.

ERA POST-SOVIÉTICA

Tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética (URSS), el mundo vivió grandes cambios. La guerra fría había terminado, y ahora Rusia debía reinventarse, el modelo soviético había acabado.

Para Rusia, la década de los 90 no fue fácil. Los problemas fueron muchos, entre los que destacan: un intento de golpe de estado, el malestar civil (habían desaparecido beneficios sociales como la atención médica gratuita) y el conflicto en el Cáucaso, cuando Chechenia, había declarado su independencia en 1991, lo que provocó un conflicto armado.

Cabe agregar que la implosión de la URSS había generado conflictos entre la Federación de Rusia y sus vecinos o con otros países ex miembros de la URSS. Algunos consiguieron solucionarse en los primeros años de la Federación, otros no.

CAMBIOS CON PUTIN

Pero mejores tiempos estaban por llegar, y muchos atribuyen estos cambios a la administración de Vladimir Putin, quien fue presidente de Rusia desde el 2000 hasta el 2008, y volvió en el 2012.

A su llegada al poder, Putin se encontró con una agenda de modernización y de construcción de una sociedad capitalista diseñada a medias.

Completar la realización de la agenda de modernización y construcción del capitalismo enfrentando, por una parte, al entonces todavía poderoso Partido Comunista y por otra, a aquellos sectores que primero tenían como prioridad terminar con los conflictos internos y asegurar la posibilidad de poder contar con el apoyo de los grandes países occidentales en la prosecución de dicho objetivo.

De allí que la acción internacional del Gobierno Putin se proyectó terminar con la larga lista de conflictos en que esta envuelta Rusia. Pero no sólo esto. Se dedicó a construir las mejores relaciones posibles con todos y cada uno de sus vecinos, a fin de convertirlos en aliados.

En segundo lugar, se propuso reinsertar a Rusia en el G8 para mejorar sus relaciones con EEUU y con la UE, tanto en el plano político como en el económico.

La administración de Putin también hizo cambios dentro de su país, como la modernización de las empresas estatales, entre las que sobresalían Gazprom (el mayor productor de gas del mundo), la UES (transporte y distribución regional de energía eléctrica) y las empresas del sector defensa.

Todas estas mejoras, durante la administración de Putin provocaron una expansión de la economía rusa, en particular gracias al gas y el petróleo, y a su creciente apertura al mercado mundial.

En la actual década Rusia se ha acercado a países como China, con el que ha establecido buenas relaciones políticas y económicas, y con países del Medio Oriente, como Siria. Pero además ha surgido un creciente acercamiento con América Latina.

EL CAMINO A SEGUIR

Durante la década de los 90 la política exterior rusa hacia América Latina estuvo centrada en el apoyo a Cuba y al movimiento sandinista en Nicaragua. Pero en la actualidad América Latina es una de las prioridades de la política exterior de Rusia, especialmente en el aspecto económico. Producto de ello ha sido su reiterado interés por el diálogo con el Grupo de Río y por estar presente en la OEA (hoy un socio estratégico, como miembro observador).

A pesar de la crisis económica global del 2008, los intercambios comerciales de Rusia con la región en cuestión se mantienen en un nivel récord que equivale a 16,200 millones de dólares. En comparación con el año 2005, estos intercambios casi se han triplicado. No obstante los empresarios rusos todavía deben hacer frente a la fuerte competencia que representan las empresas chinas y occidentales.

Rusia ocupa en la actualidad el sexto puesto entre los más altos PIB del mundo, según el FMI y el Banco Mundial. Incluso buena parte de Europa es dependiente de su experiencia en tecnología energética (gas). Es seguro que en el futuro esta nación seguirá sorprendiéndonos.

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