Militarismo y terrorismo

MUNDO EN MARCHA. Los ejércitos han venido convirtiéndose en protagonistas de la vida pública en los países indoamericanos como en otros...

MUNDO EN MARCHA

Los ejércitos han venido convirtiéndose en protagonistas de la vida pública en los países indoamericanos como en otros Continentes, con apoyo, financiamiento y capacitación de las grandes potencias, convirtiéndolos en muchos casos en dictaduras criminales. Militares honestos sirven bien a su patria.

No es cierto que se haya recibido ayuda para revertir esta situación, ha sido al contrario. Las tiranías instaladas o que se instalaron en estos países, está demostrado, han sido planificadas y apoyadas por EEUU para llegar al poder y respaldadas para mantenerse, recibiendo además formación militar y estratégica en instituciones de ese país. Así, Somoza estuvo 46 años en el poder en Nicaragua, Stroessner en Paraguay, Pinochet – tal vez el peor engendro – en Chile, con el tenebroso ‘Plan Cóndor’ que instaló y amamantó asesinos en Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia.

También en Guatemala, El Salvador, Panamá y Honduras donde acaba de darse un zarpazo recientemente.

En África y Oriente Medio, militares gorilas, directamente o a través de sátrapas, continúan dando ejemplos del mismo tipo de estrategia criminal. El caso Mubarak constituye la ratificación de esta política. Estos tipos de militarismo, son terrorismo. Invadir, bombardear y bloquear otros países, es terrorismo. No obstante, cuando la gran potencia está en campaña electorera, cualquier excusa es válida, inclusive reposicionar el terrorismo internacional aprovechando a la vez para.

Desestabilizar gobiernos, como parece ser ahora al mezclar Irán con Argentina y Méjico en la sucia política del miedo, para todo lo cual cuentan con recursos y expertos. Quisiera equivocarme pero, como el señor Obama, antecesores suyos ya lo han hecho. Lo más doloroso y cruel como antidemocrático y absurdo es vivir la realidad de que, ante tantos errores y tantas necesidades que agobian al mundo, las grandes potencias que dicen defender los derechos humanos y la democracia, eluden su deber y res ponsabilidades frente a los graves daños el medio ambiente.

En varios países emergentes sus gobiernos dan la espalda a los pueblos dejándolos desprotegidos. La falta de apoyo y compromiso con el Protocolo de Kyoto constituye otro crimen de EEUU y los países que lo violan o se niegan a aceptarlo, cometen acto de terrorismo, peor aún cuando continúan desarrollando su política de guerras y militarismo alrededor del mundo, con negociados de armamentos que involucran comisiones a funcionarios por dichas compras.

Es un asco! Pareciera que insistir en un cambio de políticas y orden económico internacional justo, es arar en el mar, aunque los pueblos cada día alcanzan más conciencia de lo que sucede razonando, y este maravilloso privilegio de la naturaleza humana, los despierta, inspira y hace fuertes. Cierto es que el militarismo está vivo y continúa siendo impulsado y respaldado con diferente estrategia.

Campañas políticas y ejercicio de gobiernos se montan y practican sobre mentiras, ocultando un trasfondo de enriquecimiento y corrupción que supera la imaginación. Las grandes potencias occidentales como gobiernos de países emergentes, asociados o separadamente, se han convertido en verdugos de nuestros pueblos y sabotean la integración.

Estos pueblos deben organizarse dejando de ser tontos útiles, clientela del hambre. Tienen que educarse en sus casas para evitar que sus hijos sean convertidos en seres amorfos, incapaces de pensar, que es hacia donde pretenden conducirlos con supuestos ‘modelos’ limitantes de educación. Respecto a tantos errores, el Corán sostiene que ‘la corrupción reinará en la tierra y los mares como producto de lo que los humanos han sembrado’. Analiza pueblo.

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