Abogado reclama derechos de Pellegrini

Mayte Pellegrini fue ‘castigada’ por las autoridades de la DIJ tras ofrecer declaraciones desde la cárcel a La Estrella de Panamá y Telemetro , el pasado miércoles 19 de noviembre,

Aunque ‘probablemente por la presión de los medios’ ya la situación ha vuelto a la normalidad, su abogado Kevin Moncada espera que ‘el comisionado Marco Córdoba, director de la DIJ, haya entendido que no estamos en los tiempos de la dictadura y que no se castiga a un privado de libertad infringiendo su derecho a la salud’, dijo.

El ‘castigo’ de Pellegrini consistió en ser mantenida en reclusión durante 48 horas, lo que dadas sus condiciones de salud —padece diabetes y síndrome de Osler Weber, un mal incurable — podría incluso hasta llegar a perder las piernas, explicó Moncada.

Según el abogado, Marco Córdoba —ligado por algunas fuentes a Martinelli— ha sido especialmente duro con Pellegrini, quien ha sido ubicada en una pequeña celda que antiguamente fuera un archivo, sin ventana ni ventilación, y a donde permanece las 24 horas del día, excepto por una breve caminata por los pasillos en las noches o cuando necesite ir al baño común.

Aunque la cárcel no es fácil para nadie, muchos coinciden en que puede ser más difícil para una mujer joven y atractiva, a la que según Moncada, algunos guardias suelen insinuársele o maltratarla al ser rechazados.

Anteriormente, sus abogados tuvieron que hacer esfuerzos durante tres meses para que le permitieran llevar un abanicoa su celda.

Igual sucedió con los permisos para traer comida casera, ya que el régimen alimenticio de la cárcel —invariablemente carimañola con queso en el desayuno y arroz con salchicha al medio día— no es adecuada para su condición.

‘Ahora ya se lo permiten y su mamá le envía comida todos los días’, dice Moncada.

‘Es doloroso ver los dobles estándares, porque a Rafael Guardia, que también está en la cárcel de la DIJ en Ancón, se le instaló desde el primer día un aire acondicionado, especialmente para él, y está recibiendo alimentos de afuera’, dice Moncada. Además, está en una celda más amplia y más cómoda.

Mayte Pellegrini, quien tiene 33 años de edad, cumple en diciembre dos años de encarcelamiento como medida cautelar, para evitar su fuga.

Hoy, sin que se le haya declarado culpable y sin que se vea claro cuándo finalizará el proceso judicial, Pellegrini insiste en que no es más que un ‘chivo expiatorio’ en un caso de alto perfil.