La rara ‘enfermedad’ del Complejo de la CSS es mortal

En agosto de 2011, en plena crisis por el brote de la bacteria Klebsiella Pneumoniae Carbapenemasa (KPC), las paredes de las salas de las unidades de cuidados intensivos, cirugía cardiovascular y neurocirugía del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid fueron derribadas a mazazos.

Con esta operación se curaba la enfermedad del centro médico, pensaban las autoridades en ese momento. El entonces ministro de la Presidencia, Demetrio ‘Jimmy’ Papadimitriu, no estaba de acuerdo con la operación parcial y recomendaba la destrucción completa de la estructura.

Por esos días, la expresidenta Mireya Moscoso también opinó de la condición clínica del hospital. ‘El edificio que está contagiado con la KPC, debe derribarse y construir uno nuevo para no afectar a los pacientes’, declaraba Moscoso.

‘Si la bacteria está ahí, por más que limpien no se va a eliminar’, expresaba la exmandataria.

La Organización Panamericana de la Salud recomendó levantar paredes nuevas, instalar luces ultravioletas y colocar filtros en los aires acondicionados para las zonas contaminadas con la bacteria, que vive en todos los hospitales del mundo, señala el doctor Javier Díaz, de la Dirección de Prestaciones de Salud de la CSS.

CÓMO SE ENFERMAN

‘La vida útil de un hospital depende de la cantidad de población para la cual se planificó. Si ese número se respeta, el hospital puede durar indefinidamente (el Santo Tomás ya va para 100 años, con muchos de los sistemas originales), menciona el ingeniero Edgardo Villalobos.

Villalobos, quien ha laborado décadas en Infraestructura del Ministerio de Salud, expresó que no hay un criterio fijo para vida útil y a veces se usa el término de forma incorrecta.

‘El Canal de Panamá no tiene término de vida útil, la Marina de Estados Unidos tiene naves con más de 50 años y yo tengo un Honda con 14 años que .según la aseguradora ya no es útil, pero el auto función muy bien’, agregó.

El ingeniero relata que un hospital se diseña para sostener una población futura a 25 años. Al año 26 se considera copado en su diseño, pero aún útil.

Villalobos aclara que durante este periodo sí hay elementos que se deben reemplazar: ‘ ’el mobiliario, los equipos médicos, que según el avance tecnológico quedan obsoletos (eso también es discutible) y otras cosas de mantenimiento’.

EL MANTENIMIENTO

El ingeniero explicó que e l término edificio enfermo no lo inventaron los ingenieros sino los médicos.

‘No hay edificios enfermos, hay edificios sin mantenimiento. Los médicos administradores les gusta usar términos que ellos entienden’, dijo.

Agregó que las estructuras enfermas son aquellas provocan malestar en las personas que lo usan. ‘No es que el edificio tenga algo malo en la estructura, sino que de repente el aire acondicionado sin mantenimiento produce alergias o enfermedades por que los filtros están dañados. Declarar un hospital enfermo necesita que explique que es eso’, dijo.

Villalobos concluye en que la única justificación para demoler edificios es que presenten fallas en las estructuras.

‘Cuando a un hospital se le califica como ‘enfermo’ es porque adolece del mantenimiento adecuado. Su solución no es destruirlo, sino ‘curarlo’, esto es, hacer una evaluación cuidadosa de todas las áreas afectadas y repararlas, trabajo muchísimo más barato que construir otro hospital’, señala el doctor Mauro Zúñiga.

Zúñiga mencionó que el caso más evidente es el St Hospital Saint Tomas de Londres, que se fundó en 1215, y aún sigue funcionando.

Construir la Ciudad Hospitalaria para mudar las especialidades del Complejo obedece a un espíritu de lucro de los que tomaron esta decisión: El entonces presidente Ricardo Martinelli y la Junta Directiva de la CSS y Guillermo Sáez Llorens, concluyó Zúñiga.