Mario Galindo: ‘en el siglo XXI, nuestro gran reto es la justicia’

Actualizado
  • 30/01/2015 01:00
Creado
  • 30/01/2015 01:00
Sobre la situación actual, sostiene que, de no ser investigados los casos de corrupción, el país se verá abocado a un cataclismo

Don Mario Galindo, una de las figuras más prestigiosas de la escena intelectual, política y cultural del país, comparte con los lectores de La Estrella de Panamá su visión del ‘país que queremos’. Como abogado, le preocupa fundamentalmente lo que reconoce como la mayor debilidad de la joven democracia panameña, el sistema de justicia.

DON MARIO, ¿QUÉ PIENSA USTED DE LO QUE ESTÁ PASANDO EN EL PAÍS ACTUALMENTE? DESDE ALGUNOS SECTORES SE ALEGA QUE SE ESTÁ HACIENDO FESTÍN CON LOS CASOS DE CORRUPCIÓN DE ALTO PERFIL QUE HAN SURGIDO... GUARDIA JAÉN, MONCADA LUNA, TAMBURRELLI, PÉREZ, GARUZ O DEL MISMO MARTINELLI...

Creo que, en algunos casos, los medios de comunicación se han ido de bruces, pero, en términos generales, es saludable lo que está sucediendo. Si situaciones como éstas, en las que se han rebasado todos los límites imaginables de corrupción, no se investigan, la corrupción no terminará jamás.

ENTONCES, ¿NO SE TRATA DE VENGANZA PERSONAL Y ODIO, COMO HA QUERIDO HACER VER EL EXPRESIDENTE RICARDO MARTINELLI?

No creo que el presidente Juan Carlos Varela esté interviniendo en absoluto en el tema de las investigaciones. El presidente tuvo el tino de nombrar a dos personas de solvencia moral y capacidad profesional como Kenia Porcell, en el puesto de procuradora, y a Federico Humbert, como contralor. Hay que reconocer esto como un logro de su gobierno. Considero que es indispensable que los casos se investiguen. Como dijo el procurador especial peruano, José Ugaz, ‘caiga quien caiga’.

PERO, ES UN HECHO QUE EN PANAMÁ NO HAY DEMASIADA CONFIANZA EN EL SISTEMA DE JUSTICIA...

Si esto a la postre queda en nada, el país se verá abocado a un cataclismo político de proporciones catastróficas.

HACE POCO, EN UNA CONFERENCIA, MUY COMENTADA, ANTE LOS MAGISTRADOS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, USTED MENCIONABA QUE LOS REGÍMENES PARLAMENTARIOS SON LA PRUEBA DE QUE PUEDE HABER DEMOCRACIA SIN SEPARACIÓN ENTRE LOS ÓRGANOS LEGISLATIVO Y EJECUTIVO, PERO QUE ES CRUCIAL LA EXISTENCIA DE UN ÓRGANO DE JUSTICIA INDEPENDIENTE.

No tengo ninguna duda de que es así. El gran reto de Panamá en el siglo XXI: fortalecer al Órgano Judicial, a la Contraloría y el Ministerio Público, que ejercen la llamada función de control, así como al Tribunal Electoral. Son tres funciones fundamentales para afianzar un sistema democrático de gobierno.

¿CUÁL ES EL GRAN PROBLEMA CON NUESTRO SISTEMA JUDICIAL, AL QUE SE LE TIENE TAN POCA FE?

Nuestro sistema de justicia padece de varias crisis. Una de ellas radica en que el Órgano Judicial, incluida la Corte Suprema, está recargado de trabajo... Se habla mucho de la mora judicial, pero ésta va a existir mientras que no se dote al Órgano Judicial de una partida presupuestaria suficiente para permitirle tramitar, con la celeridad deseable, los casos que ante él se ventila. Incluso, sugiero aumentar el número de magistrados. Entre los países centroamericanos, Panamá es el que menos recursos destina al Órgano Judicial. Nuestra Constitución exige que se le garantice un presupuesto equivalente al 2% de los ingresos corrientes del gobierno central. Esta norma no se respeta. Todo ello configura un tinglado que hace muy difícil al Órgano Judicial cumplir su misión...

¿PODEMOS VERLO, ENTONCES, MÁS QUE COMO UN PROBLEMA CULTURAL, COMO UNO PRÁCTICO?

Hay un problema cultural y otro práctico. El cultural se puede aliviar con medidas encaminadas a fortalecer la independencia de los jueces. Tenemos el ejemplo del Tribunal Electoral que, a partir de los 90 ha presidido torneos electorales presidenciales, legislativos, consultas y referéndums, cuyos resultados han sido aceptados por tirios y troyanos. El Tribunal Electoral ha funcionado porque se ha nombrado en él a gente idónea que se ha atrevido a hacer lo que tenían que hacer.

EN PANAMÁ, EL PROCESO DE SELECCIÓN DE LOS MAGISTRADOS HA SIDO MUY CUESTIONADO. SE HABLA DE NOMBRAMIENTOS POLÍTICOS...

En otros países se procura evitar que el nombramiento de los jueces lo hagan órganos políticos, como el Ejecutivo y la Asamblea... En el anteproyecto de constitución que hizo un grupo de juristas convocado por el expresidente Martinelli —Comisión Especial de Consulta de las Reformas a la Constitución Política de la República de Panamá, 2012—, que después él mismo desechó, se presentaron medidas interesantes en esta materia... Se propuso la creación de una comisión de evaluación y postulación que elaboraría una lista de candidatos idóneos. Estos serían sometidos al Ejecutivo, y este nombraría a los magistrados de entre las personas que figuren en esa lista. Luego el nombramiento pasaría a la Asamblea, que tendría que aprobar al candidato nombrado por el Ejecutivo mediante dos terceras partes de los votos de los miembros de la Asamblea... Este proceso blindaría la selección, apartándola, en la medida de lo posible, de la influencia política. Otra medida, que no es idea mía, sino de Eusebio Morales, es que los magistrados no solo sean seleccionados entre los mejores juristas del país, sino que sean nombrados de por vida... En Estados Unidos, el cargo es vitalicio. Aquí, tal vez convenga establecer una edad de jubilación obligatoria, que pudiera ser los 75 años, por ejemplo... Dar a los jueces esa garantía de permanencia en el cargo ayudaría a fortalecer la independencia del Órgano Judicial. Claro que lo más importante es elegir magistrados idóneos, competentes, probos; de lo contrario, nada cambiará.

USTED MENCIONÓ LA IDEA DE AUMENTAR EL NÚMERO DE MAGISTRADOS; SIN EMBARGO, LA OPINIÓN PÚBLICA HA RECHAZADO PROPUESTAS DE ESTE TIPO DURANTE EL PERIODO PRESIDENCIAL DE ERNESTO PÉREZ BALLADARES Y EN EL DEL MISMO MARTINELLI.

Creo que se ha manejado mal el tema ante la opinión pública. En Panamá, la Corte está integrada por 9 magistrados desde hace más de 50 años, como si en el país no hubiera habido ningún cambio en ese tiempo. El número de casos que llega a la Corte es enorme, es infinitamente superior al de hace cincuenta años... Los 9 magistrados actuales no se dan abasto... Hay que explicar este tipo de situaciones a la opinión pública y no dar la sensación de que lo que se quiere es meter a tres amigos en la Corte Suprema... yo creo que la población lo va a entender, porque a la población sí le interesa que haya justicia en el país. Mira, te voy a dar un ejemplo. En Costa Rica, por ejemplo, la Corte Suprema está compuesta por 22 magistrados para una población similar a la nuestra. Y en ese país, el sistema judicial funciona muy bien.

¿CÓMO SUGIERE QUE SE MANEJEN ESOS CAMBIOS?

Los cambios que he sugerido en materia judicial sólo pueden realizarse mediante una reforma constitucional. Pero estas reformas deben ser puntuales y referirse, fundamentalmente, al funcionamiento del Órgano Judicial, así como al fortalecimiento de los otros que ejercen la función de control y la función electoral.

VEO EN ALGUNOS SECTORES DEL PAÍS CIERTA PREOCUPACIÓN POR UNA CONSTITUYENTE MUY AMBICIOSA...

Sí. Hay montón de problemas reales, que no tienen nada que ver con la Constitución, sino con la adopción de políticas públicas adecuadas. Me refiero, por ejemplo, al déficit de viviendas, al pésimo suministro de agua, al costo de la vida, etc. La atención de estos problemas no requiere ninguna reforma constitucional. Es peligroso venderle al país la idea equivocada de que la constituyente es una especie de panacea que resolverá todos los problemas del país. Traficar con semejante utopía es contraproducente.

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