Tráfico de fallos, la investigación pendiente en el caso Benavides

Actualizado
  • 21/06/2015 02:00
Creado
  • 21/06/2015 02:00
Con la renuncia del exjuez, la justicia ordinaria debe determinar la existencia o no de una red de venta de fallos judiciales

La renuncia del magistrado Víctor Benavides orilla al Ministerio Público no sólo a investigar si, tal como lo cree el diputado Jorge Alberto Rosas, se enriqueció ilícitamente, sino a desenmarañar una supuesta red de tráfico de fallos, denunciada por el exescolta Vicente Caballero.

Según Caballero, el negocio se alimentaba de la colaboración de dos exfuncionarias del Ministerio Público y del abogado Abilio Batista, del bufete Mejía & Asociados.

‘Los casos más importantes le tocaban a él', dijo Caballero en una entrevista con La Estrella de Panamá , diario que por un mes ha intentado una versión del jurista, sin éxito.

Batista y las dos exfuncionarias redactaban proyectos de fallos —asegura Caballero— en base a los expedientes que Benavides les enviaba sin el tamiz de sus asistentes.

Los proyectos tenían que pasar luego por el pleno de la Sala Tercera, que en mayoría (dos votos) decide si se aprueban o no. ‘En la Corte se habla de favores', ha retratado el testigo. En octubre del año pasado, el magistrado Harry Díaz aseguró de la práctica de comerciar fallos. La sociedad civil pidió una investigación.

Por eso para el abogado Ernesto Cedeño la aclaración de esta denuncia es clave: ‘si llegasen a ser ciertos los cargos, se desprendería que las sentencias son colegiadas en las salas y en el pleno, y por lo tanto no son de responsabilidad de una sola persona, sino de varios'.

Pero la red arrastraba a más gente fuera de la Corte. En una denuncia ante el Ministerio Público, el Frente Anticorrupción aseguró en abril pasado que la red se extendía incluso a Edwin Villar, un sobrino del exmagistrado, con quien comparte la titularidad de una residencia en Santiago. Villar y Batista figuran como directivos de la sociedad Abu Panamá.

El testigo ha identificado también al exfuncionario Leonel Solís como la figura que proveía a Benavides el dinero de la venta de fallos. Según fuentes políticas se trata de un primo paterno del magistrado, estrecho colaborador del gobierno de Martín Torrijos (2004-2009).

De hecho, explican, fue Solís quien recomendó a Benavides para el cargo de magistrado, cuando se vislumbró en 2005 la salida de Arturo Hoyos.

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