Indígenas se levantan de la mesa de diálogo en Barro Blanco

El grupo indígena, Movimiento 10 de abril (M-10), que lucha por la cancelación de la hidroeléctrica Barro Blanco decidió hoy retirarse de la mesa de diálogo que se mantiene con el gobierno nacional hace seis meses.

Ricardo Miranda, vocero del movimiento consideran infructuosa los resultados de la mesa,  “debido a la represión de la Policía Nacional el pasado sábado, dónde no se respetó los derechos humanos de mujeres y de los niños no se seguirá negociando”.

Por su parte, Manolo Miranda, otro dirigente, manifestó que “no habrá más mesa con el gobierno, el pueblo tomará su trinchera y defenderá Barro Blanco”.

Además del M-10, el alcalde del distrito de Munä, donde se construye la represa sobre el río Tabasará, Rolando Carpintero, también se levantó  argumentando que “el Estado ha estado violando los derechos humanos, porque es inaceptable la represión policial cometida a niños y adultos, el pasado sábado”.

Los grupos indígenas han señalado que si el gobierno desea seguir dialogando que lo haga con aquellos que tengan otros intereses, pero los dueños de tierras afectados por el proyecto lucharán en la calle por la terminación de una obra que ha incumplido las leyes nacionales.

Esta sorprendente decisión se da luego que los indígenas dieran al gobierno un tiempo de 24 horas para que desalojara a las unidades policiales y se suspendiera la construcción de la planta generadora.

Las negociaciones habían sido retomadas bajo mediación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que se garantizaran los resultados.

El diálogo durante esta administración de gobierno inició el pasado 2 de febrero y lleva más de 12 reuniones sin ningún resultado concreto, donde sólo se escucha del lado indígena la solicitud de cancelar la construcción y del lado del gobierno se insiste en terminar la obra.

La empresa Genisa sigue exigiendo se les permita culminar la presa que tiene más de un año de retraso.