Privados de libertad reparan 2,769 sillas para escuelas públicas

Mediante el programa de resocialización "Mi Silla Primero" el cual desarrollan las personas privadas de libertad en el taller de ebanistería del Centro Penitenciario El Renacer,  han podido reparar en  lo que va de este año 2,769 sillas, cifra que representa un 15% de total que ha reparado el MEDUCA este año 17,913.

El programa de resocialización "Mi Silla Primero" se ejecuta mediante un convenio entre el Ministerio de Gobierno (MinGob) y el Ministerio de Educación (MEDUCA).

Unas 35 personas privadas de libertad forman parte del programa de rehabilitación en la actualidad, quienes arreglan a la semana un promedio de 200 sillas que son distribuidas en las diferentes regiones educativas del país, explicó Leonardo Rodríguez, profesor y supervisor del proyecto por el MEDUCA.

Detalló el docente que cada persona privada de libertad tiene una función, que va desde soldar o enderezar las sillas, que era material de descarte, lijar y pintar el metal, colocar madera nueva, ensamblar el asiento, brazo y respaldar, luego se pasa al área de acabado con pintura y barniz, con lo que finaliza el proceso de arreglo en el taller.

“Es positivo que de un material de descarte en las escuelas, se hagan cosas positivas, pues estas sillas se han entregado hasta en la comarca Ngäbe-Buglé y a su vez se les brinde una oportunidad a los privados de libertad de rehacer sus vidas”, puntualizó Rodríguez.

Alma De León, jefa del Departamento de Planificación y Proyectos de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), manifestó que el programa de rehabilitación busca dar las herramientas necesarias a las personas privadas de libertad para que una vez recuperen su libertad tengan una profesión y se reinserten de forma efectiva a la sociedad.

Agregó que las personas privadas de libertad pueden aspirar a ingresar a "Mi Silla Primero", siendo el primer requisito que tengan el interés de participar, posteriormente la Junta Técnica del penal hace la evaluación y selección correspondiente.

El privado de libertad Ubaldo Antonio Marcusi, quien estudia Derecho y Ciencias Políticas, en el centro penitenciario expresó que como joven aprovechó la oportunidad que brinda la DGSP y el MEDUCA con "Mi Silla Primero" y exhortó a los demás privados de libertad que tengan presente que la “delincuencia no paga” y se debe hacer un esfuerzo por regenerarse.

José Vicente Palacios, también privado de libertad, ve con buenos ojos trabajar en el taller y señala que ha sido de gran ayuda, porque se les capacita para cuando recupere su libertad se lleve otra mentalidad.

"Mi Silla Primero" tiene por meta este año reparar 5,000 sillas escolares