Sin regulación de cigarrillos en Panamá

Actualizado
  • 01/02/2019 14:28
Creado
  • 01/02/2019 14:28
Anuncio pagado. Apertura a nuevas alternativas en beneficio de fumadores adultos

Actualmente, la Asamblea Nacional de Panamá está considerando una legislación encaminada a reducir la prevalencia del tabaquismo en el país.

El proyecto de ley incluye un número de medidas extremas, que si se aprueba tal como está redactado, obstaculizaría la capacidad de operación de las empresas legalmente establecidas en el país y se crearían oportunidades adicionales para el mercado ilícito, además que evitaría que las personas que fuman obtengan información sobre alternativas que han demostrado científicamente ser una mejor opción que seguir fumando cigarrillos.

En Panamá es urgente una regulación al tabaco que reduzca el contrabando de cigarrillos que según estimaciones alcanza un 80% del mercado. El contrabando de cigarrillos constituye un gran peligro a la salud de los fumadores, dado que los expone a productos que no cuentan con los controles de calidad requeridos por la ley.

Si se regula el mercado ilícito y se revisa el respaldo científico de las nuevas alternativas, los panameños

tendrán una mejor opción para reducir los daños generados por consumir cigarrillos y se contribuiría de una manera positiva a la salud pública en el país.

Contra el comercio ilegal en beneficio de la población

Las medidas regulatorias deberían ser parte de cualquier estrategia para luchar contra el comercio ilegal de productos de tabaco y debería aplicarse de igual manera a todos. Pero un marco regulatorio excesivo de cumplimiento efectivo únicamente por parte de la industria legítima solamente tendrá como resultado abrirle la puerta a los productos ilegales, a los cuales no les interesa cumplir con las reglas.

El comercio ilícito se trata fundamentalmente de oportunidad económica. Una regulación que solamente incrementa los costos para la industria legítima, los cuales serán ignorados por las mafias que operan en la ilegalidad, solo provocará que se incrementen los márgenes de ganancia para los criminales.

Si bien por lo general las regulaciones hacen sentido por razones de salud o seguridad, los gobiernos deben también considerar las consecuencias no intencionadas de una regulación excesiva; por ejemplo, los potenciales esquemas de licencia requieren de una gran transparencia y escrutinio para asegurar que esas medidas no se conviertan simplemente en otra avenida para la corrupción.

Los facilitadores del comercio ilícito, tales como las vulnerabilidades en zonas de libre comercio, deberían ser abordados por el gobierno panameño y la comunidad internacional a través de una regulación que, por un lado, busque un mayor control de bienes de consumo "sensibles" pero, por otro lado, preserve los beneficios del libre comercio. Las autoridades deben asegurar que el tráfico de productos ilícitos tenga las mismas sanciones en distintos países, más allá de si la infracción tuvo lugar fuera o dentro de la zona de libre comercio.

La colaboración público-privada resulta fundamental en la lucha para erradicar el comercio ilícito de cigarrillos en Panamá. Es por ello que resulta primordial acercar el conocimiento y la experiencia de todas las partes interesadas, incluyendo a los tomadores de decisión a nivel nacional, las fuerzas de seguridad, el sector privado y la sociedad civil. La cooperación público-privada es crucial para alcanzar el objetivo de eliminar no solo el comercio ilícito de productos de tabaco, sino también el comercio ilícito en general.

Hacia una ley que beneficie al consumidor y al Estado

Es importante que el proyecto de Ley 136 que se discute en la Asamblea Nacional para regular a la industria tabacalera, establezca un marco normativo para los productos innovadores y que contrarreste el creciente contrabando de cigarrillos.

Una ley que no contemple estos aspectos invita al consumidor a adquirir productos ilícitos mucho más baratos que no cumplen con ninguna regulación y que contribuyen a que el estado deje de percibir los impuestos que no pagan las empresas ilegales que tienen casi monopolizado el mercado de cigarrillos.

Estamos de acuerdo con que las regulaciones deben continuar disuadiendo a las personas de empezar a fumar y promover la cesación, pero también es importante que las personas que eligen seguir fumando deben tener la oportunidad de cambiarse a mejores alternativas.

Un número creciente de gobiernos alrededor del mundo están complementando las medidas de control del tabaco con un enfoque en una estrategia de reducción del daño ofreciendo alternativas a los fumadores adultos con productos menos nocivos y científicamente respaldados. Estos ejemplos incluyen:

ESTADOS UNIDOS

Desde su anuncio de política en julio de 2017, la FDA de los EE. UU. Ha expresado abiertamente su apoyo a las alternativas de cigarrillos para adultos que quieren acceder a la nicotina a través de productos menos nocivos. La agencia ha dejado claro que las medidas orientadas a reducir de manera más drástica el tabaquismo deberían estar complementadas, proporcionándole a los fumadores que de otra manera seguirían fumando, alternativas mejores, innovadoras y respaldadas por la ciencia.

REINO UNIDO

En julio de 2017, el departamento de Salud del Reino Unido lanzó su plan quinquenal de tabaco para Inglaterra, en el que aspira a una tasa de tabaquismo del 12% para el 2022. Para ayudar a lograr este objetivo, el gobierno reconoció el papel que pueden jugar las innovaciones respaldadas por la ciencia en ayudar a alcanzar el objetivo, al ayudarle a los fumadores a cambiar completamente los cigarrillos.

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