Panamá ¿un escenario preparado para enfrentar un tsunami?

Actualizado
  • 03/08/2019 02:00
Creado
  • 03/08/2019 02:00
Aunque las construcciones en el Istmo están diseñadas antisísmicamente y con códigos de construcción, nada puede detener el impacto de un tsunami que puede acabar con edificios modernos

Cada vez que ocurre un movimiento telúrico de gran magnitud en el mundo, en los países vecinos o en Panamá, inmediatamente se produce una alerta de tsunami. Esa serie de olas generadas por el levantamiento de una gran cantidad de agua, azotaron la región de Samoa en 2009, Chile en 2010, Japón en 2011 y las Islas Salomón en febrero de 2013.

Panamá se vio afectada también por un tsunami el 07 de septiembre de 1882. Según información de Sinaproc, hubo un sismo de magnitud 7.9 en las costas de Colón y Guna Yala, que generó una ola que cobró un alto precio en vidas y bienes materiales. También hubo una serie de eventos de menor intensidad registrados en 1906, 1916, 1934, en el golfo de Chiriquí, 1962 en la bahía de Panamá y otro en 1991.

La geóloga Yadira Echeverría, del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, explicó que para que se de un tsunami tiene que haber una fuente sísmica que tenga el potencial para generar un sismo mayor de 6 grados: ‘Se han dado tsunamis en el caribe y unos muy pequeños en el golfo de Chiriquí, pero de la ciudad de Panamá, registro histórico solo se asume o se cree que existió en 1621, aunque no hay evidencia, por ello hablar de tsunami en la ciudad de Panamá es un poco alarmista, porque tendría que existir una fuente para generar un terremoto grande y que la condición de ese terremoto pueda generar el tsunami', agregó Echeverría.

Aunque el terremoto de Japón, de magnitud 9.0 en la escala de Richter, que creó olas de 40.5 metros, instauró una alarma alrededor del mundo que hizo pensar que podía impactar las costas de América, incluyendo Panamá, con olas enormes azotando la ciudad. Según Yadira Echeverría, las ondas se van expandiendo y ya cuando llegan a nuestro continente se habla de pocos centímetros de altura del nivel del mar: ‘Se le llama telesismos o tsunamis distantes, porque por la gran cantidad de kilómetros no nos impactan las olas de dos, tres o cuatro metros'.

La agencia de emergencias estadounidense FEMA (2008) clasifica los tsunamis según el tiempo que tarda la ola en llegar a un sitio específico. Esta clasificación depende de la distancia a donde ocurre el evento que produce el primer levantamiento de agua. De esta forma, un tsunami originado por una fuente lejana tardaría 2 horas o más en alcanzar la costa, uno originado por una fuente intermedia tardaría entre 30 minutos y 2 horas, y uno originado por una fuente cercana alcanzaría la costa en menos de 30 minutos.

Según Omar Smith Gallardo, director general de Sinaproc, Panamá cuenta con un plan nacional de tsunami que está siendo actualizado en estos próximos meses. Smith comentó que Panamá tiene la oportunidad de mejorar sus capacidades pero que el evento de Fukushima en Japón dejó claro que ningún país del mundo está 100% preparado para hacerle frente a este tipo de accidentes.

A finales del año pasado, más de 40 países ribereños del Pacífico, incluido Panamá, participaron en un simulacro de tsunami para probar procedimientos de toma de decisiones y sistemas de comunicación en estos casos. ¿Estamos preparados para enfrentar un tsunami? ¿Cómo afectaría estructuralmente al país?

Infraestructura

Una inquietud que siempre está presente es la forma en la que un tsunami podría afectar las estructuras del país, y en este caso puntual, de la ciudad capital panameña. Siendo una ciudad moderna, que cuenta con edificios imponentes de gran altura, existe una falsa creencia popular, de que estando en la terraza de un edificio, nada puede ocurrir. Sin embargo, se distinguen seis fuerzas que produce un tsunami, según información de la Universidad de Costa Rica, sobre una estructura: fuerza hidrostática, hidrodinámica, de flotación, impulsiva, por impacto y cargas gravitacionales adicionales que dependen de la profundidad, la velocidad, el flujo y la dirección del mismo.

El ingeniero Jaime Salas explicó que en Panamá hasta 1970 no construían con basamentos asísmicos, fue hasta la década del 80 que las construcciones comenzaron a tener vida asísmica: ‘Nosotros no tenemos un código de construcción estructural, con el código que nosotros construimos es con el americano. Lo que tenemos es el reglamento estructural panameño que cada cinco a 10 años lo vamos revisamos para adecuarlo a nuestras construcciones'.

‘El código de construcción actual vigente, nos ayuda a enfrentar el fenómeno del tsunami ya que en él se encuentran componentes de sismoresistencia que nos ayudarán a enfrentar el evento, no obstante el reto es el cumplimiento de ese código', agregó Omar Smith, director general de Sinaproc.

Según el ingeniero Salas, se debe tener la garantía de que los último edificios construidos en Panamá tienen un sistema de amortiguamiento antisísmico, pero una cosa es el sistema estructural diseñado con un promedio de fuerza hidráulica, y otra cosa es cuando viene un tsunami que nadie puede detectar la cantidad de fuerza que va a traer ni la magnitud.

‘Si hay un tsunami tipificado con vientos de 400 km por hora y el nivel de agua está a los 10 metros de altura, la entrada a tierra firme va a ser de varios kilómetros de distancia, entonces todo va a salir totalmente afectado. En los Estados Unidos, cuando entran los huracanes, las casas se levantan desde el suelo, eso pasa porque no tienen fundaciones, ellos no construyen con un sistema de fundaciones como nosotros, por eso cualquier viento las lleva', indicó.

Por su parte, Jorge Luis Pitalua García, secretario de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos SPIA, dijo que el hombre ha tratado de atenuar el impacto que pueden producir las olas, ya que en algunos lugares se han diseñado paredes frágiles que permiten que la pared caiga pero que la ola cruce o pase dentro del edificio, de esta forma, disipa la energía de la ola y no termina derivando el edificio. Pero también aclaró que este diseño es para olas pequeñas ‘Es imposible que el ser humano diseñe algo que soporte un impacto como el de un tsunami con olas de 30 metros'.

‘Dependiendo de la magnitud del tsunami puede, socavar los cimientos, debilitando la estructura de un edificio; por ello que la población debe buscar partes altas, geográficamente hablando, porque si se sube a un edificio, puede que se derribe y que las personas no tengan seguridad como sucedió en Japón', indicó el arquitecto.

‘Es imposible que el ser humano diseñe algo que soporte un impacto como el de un tsunami con olas de 30 metros'.

JORGE LUIS PITALUA,

ARQUITECTO

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