Iglesia católica establece normas para la reapertura de templos y liturgias

Actualizado
  • 22/05/2020 16:16
Creado
  • 22/05/2020 16:16
Una vez se reaperturen los templos, en las misas los files deberán estar distanciados, recibir la Comunión en la mano y en los funerales evitar gestos de afecto

Este viernes, la Conferencia Episcopal Panameña (CEP) informó sobre las normativas generales para la reapertura de templos y celebraciones liturgicas, en medio de la pandemia del COVID-19,  pese a que el bloque donde está aún no tiene fecha de activación.

Los obispos preocupados por la salud espiritual, mental y física de todos los fieles, presentaron las siguientes normativas de la reapertura gradual de los espacios físicos de la vida eclesial, así como les solicitan sumarse en la caridad y solidaridad.

Tomando en cuenta las disposiciones de las autoridades sanitarias, la CEP notificará el momento en que los fieles podrán asistir a los templos para las celebraciones eucarísticas, con una asistencia de personas según el progreso de las etapas; iniciando con un 25 % del aforo de los templos, guardando debidamente el distanciamiento físico, y observando todas las medidas preventivas.

Los obispos extienden la dispensa del precepto dominical, e invitan a las personas en riesgo y menores de edad a que sigan las celebraciones litúrgicas a través de las plataformas digitales y los medios tradicionales de comunicación.

Entre las indicaciones que deben seguir las diócesis panameñas están:

De igual forma, la CEP indicó que entre las consideraciones para la reapertura es que cada fiel comprenda la importancia de cuidarse a sí mismo y al resto de los miembros de la comunidad. Debido a lo anterior recomiendan no asistir a misa, incluido el sacerdote, si se encuentra enfermo, resfriado o tiene algunos de los síntomas de COVID-19.

Los templos contemplan logística y adecuaciones por la pandemia, entre ellos: el uso de equipos de higienización, modificación en el acceso o ingreso al templo, normas de distanciamiento en la celebración eucarística, y modificaciones para la salida del templo luego de culminar la misa.

En la Sagrada Comunión los llamados recibirán el pan en la mano. Tanto el ministro como el comulgante deberán portar el tapabocas. Habrá una vía de ida y otra de regreso en cada nave del templo, respetando siempre la distancia física y evitando todo tipo de contacto y aglomeración. Como también dependiendo de la cantidad de comulgantes los ministros podrán recorrer los pasillos.

La colecta no se hará durante el ofertorio, sino que personal designado, al finalizar la misa, estará ubicado en las salidas del templo, siguiendo los criterios de seguridad establecidos, con el recipiente adecuado para hacer la colecta.

En las exequias de difuntos y funerales se seguirán los mismos criterios de todas las celebraciones eucarísticas y, aunque sea difícil en esos momentos de dolor, los obispos de la CEP sostienen en que "hay que evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y también mantener la distancia física de seguridad".

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