Los cambios en la Policía Nacional y el debate sobre la dirección

Actualizado
  • 29/01/2021 00:00
Creado
  • 29/01/2021 00:00
El presidente de la República hizo cambios en la fuerza pública por jubilación. Los expertos hablan sobre quién debe dirigir la Policía Nacional
Los cambios en la Policía Nacional y el debate sobre la dirección
¿Cuál es su análisis sobre los cambios de mando en la Policía Nacional?

Lo proyecto en dos campos. El primero en el aspecto legal, donde el argumento que ha sustentado el gobierno es que el director saliente, Miranda, y el subdirector cumplieron los 30 años y por razones de la jubilación se hacen los cambios. Segundo, en el aspecto práctico y operacional definitivamente el país sigue enfrentando una ola de violencia y crímenes que pudo haber llevado al Ejecutivo a la decisión de cambios en los más altos niveles para darle un nuevo enfoque a la logística y a la operatividad de la institución.

Los dos últimos gobiernos y el actual mantienen al frente de la Policía Nacional a un uniformado y no a un civil. ¿Cuál es su análisis sobre la tesis de tener a un uniformado o a un civil como director de la Policía Nacional?

Es una facultad que se estableció durante la administración del presidente Martín Torrijos, que le permite al presidente escoger entre ambos candidatos. En lo personal, a mí que me tocó dirigir a un equipo de la Policía después de la invasión, reconozco con humildad que a los civiles les toca como mínimo 16 meses, cuando se inician como administradores, familiarizarse con el trabajo. Y para los tiempos tan violentos y con los índices de criminalidad que hay hoy, he defendido en los últimos 15 años la opción del uniformado, porque ellos desde que se graduaron de la academia han pertenecido a una institución, han trabajado toda la vida profesional en ella, la conocen y cuando los nombran como directores no tienen que familiarizarse con la labor, toman el control y el mando. Considero que los cuerpos policiales permiten que el Ejecutivo pueda designar a un uniformado o a un civil.

El gobierno analiza la posibilidad de crear una ley única para los estamentos de seguridad pública; actualmente cada institución se rige por su propio marco jurídico. ¿Qué opina de la propuesta?

Entiendo que es un proyecto que se debate para establecer un procedimiento de investigación u otro procedimiento policivo de forma unitaria, pero cada uno de los cuatro componentes en lo que respecta a la ley orgánica que establece los requisitos de pertenencia, funcionamiento, jerarquía y escalafón se mantendrán separados. Es lo que entiendo que analizan los técnicos de seguridad y los abogados de la Asamblea. No he tenido acceso al anteproyecto y no puedo dar mayor opinión sobre el mismo.

En términos generales, ¿cómo evalúa el papel de los tres estamentos de seguridad?

Son cuatro los estamentos de seguridad. Tres en el Ministerio de Seguridad y uno en el Ministerio de la Presidencia. En tiempos de pandemia, los compañeros han hecho un buen trabajo, pese a las carencias de todo tipo y frente a la poca cooperación ciudadana. Mi análisis en frío, estrictamente profesional, es positivo. Hay muchos aspectos que se pueden mejorar. Delimitar el número de comisionados y subcomisionados es un tema obligatorio. También dentro de la Policía revisar el programa que se conoce como Fiscoi, (Fondo Institucional de Servicios Comunitarios y Objetivos Institucionales), porque han convertido la Policía Nacional en una agencia de seguridad al servicio de la empresa privada, en detrimento del servicio público que le debe brindar a toda la ciudadanía, pero su desempeño ha sido satisfactorio.

Los dos últimos gobiernos y el actual mantienen al frente de la Policía Nacional a un uniformado y no a un civil. ¿Cuál es su análisis sobre la tesis de tener a un uniformado o a un civil como director de la Policía Nacional?

El presidente de la República, de acuerdo con la norma, puede seleccionar a un oficial de carrera o a un civil. Tiene la libertad de hacerlo. No hay nada que señale que debe ser un uniformado o un civil, él (presidente de la República) tiene la libertad de seleccionar a la persona. Lo importante es que muchos se preguntan por qué un uniformado. Estamos en un momento en el que hay un crecimiento de la violencia, que exige una acción inmediata. Un civil preparado puede hacerle frente, pero le tomará mucho tiempo porque es una persona exógena a las funciones de la institución. Es más práctico que sea un uniformado que ha pasado por muchas posiciones dentro de la Policía Nacional, que conoce el sistema, el problema, y sabe cómo enfrentarlo. El presidente tiene la libertad de escoger a un civil o a un uniformado. Inclusive puede ser una dama, no necesariamente debe ser un varón.

En este gobierno, además, como ministro de Seguridad funge un uniformado. ¿Cuál es su opinión de esta realidad?

En lo referente a un ministro uniformado es coyuntural. No tiene que ser forzosamente un uniformado. No es la regla, pero también puede haberlo. En las administraciones pasadas se dieron casos como este.

El gobierno analiza la posibilidad de crear una ley única para los estamentos de seguridad pública; actualmente cada institución se rige por su propio marco jurídico. ¿Cuál es su análisis de la propuesta?

Con respecto al proyecto de ley que reorganiza la fuerza pública bajo un marco jurídico único, se tiene que ir adecuando a las circunstancias actuales, en el sentido de que desde hace 24 años cuando se aprobó la Ley 18 de la Policía Nacional, mucha agua ha corrido bajo el puente. En lo referente al Senan y el Senafront, desde hace 13 años, también ha habido muchas actualizaciones que exigen un mejoramiento de las instituciones que le permitan tener todas las herramientas y preparaciones adecuadas. Por otro lado, corregir las irregularidades que se dieron y que no se repitan los ascensos que no corresponden, los incrementos de salario que no siguen una regla proporcional, sin que esto signifique una desmejora de la fuerza pública, lo contrario, que esa canonjía en la instituciones no sea exclusiva de los mandos superiores, sino que este apoyo o asistencia que se le pueda dar a la gente, sea desde el agente hasta el comisionado. Eso facilitará que los recursos destinados a estos componentes sean optimizados. El SPI es parte de ese esfuerzo, aunque sea parte del Ministerio de la Presidencia. Cuando hablamos de fuerza pública no vamos a dejar por fuera al Servicio de Protección Institucional (SPI).

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