Alberto López Tom: 'No hay que perder el enfoque de planificación'

Actualizado
  • 03/06/2022 00:00
Creado
  • 03/06/2022 00:00
Para el presidente del Consejo Empresarial Logístico (Coel) el sector logístico es piedra angular para el crecimiento y desarrollo del país.
El presidente del Consejo Empresarial Logístico (Coel), Alberto López Tom, durante una entrevista con este diario

El sector logístico es uno de los pilares de nuestra economía ya que aporta entre un 30% y 35% al PIB del país, y aun en pandemia mantuvo plena operatividad. No obstante, la situación económica derivada de las medidas contra la covid-19 provocó atrasos en el desarrollo de proyectos de infraestructura y en la digitalización, necesarias para el mejor desarrollo del sector.

Alberto López, presidente del Consejo Empresarial Logístico (Coel), recordó que el mayor crecimiento del país como hub logístico obviamente ha sido en los últimos 20 años luego que se adquirió el control del Canal y se pudo integrar exitosamente el mismo a la oferta de servicios logísticos existentes, y otros nuevos que se han ido adicionando con el transcurso del tiempo. Parte de este éxito, agrega, “ha sido no solo enfocarnos en infraestructura, sino también en la dinámica de promoción y trabajo conjunto entre los sectores público y privado, que ha dado como resultado estructuras institucionales que han sido fundamentales para este crecimiento, como el Coel por parte del sector privado, y el Gabinete Logístico por parte del sector público, y el comité consultivo, de forma conjunta entre ambos sectores.

Como producto de este trabajo en equipo se elaboró la Estrategia Logística Nacional 2030, que establece nuestras metas, hitos y visión del sector para 2030.  “Esto nos ha permitido trabajar con luces largas y visión a largo plazo, a pesar de cambios de gobiernos, manteniendo el camino trazado y evitando perder el rumbo. Ya es necesario extender la misma a 2050”, asegura López.

“Panamá cuenta con mucho recurso humano capaz, lo importante es no perder el enfoque de planificación y tener siempre presente la importancia del sector logístico para nuestra economía y el país”.

Por eso insiste en que es importante que el desarrollo y crecimiento de nuestro sector logístico no se limite solo al eje canalero, sino que pueda ser percibido en todas partes del país. “El desarrollo de una mentalidad y conciencia social de país logístico nos permitirá ir priorizando este sector, de forma tal que se incorporen nuevos servicios, se planifique y desarrolle infraestructura de diversa índole, y podamos convertirnos no solo en hub de trasbordo de carga, sino desarrollar servicios conexos”, agregó.

“Gracias a esta infraestructura tenemos acceso a la conectividad necesaria para desarrollar otros sectores en los cuales tenemos gran potencial, como el turismo, y manufactura ligera y servicios de valor agregado.  Es gracias a esta infraestructura logística que empresas se deciden por Panamá al momento de establecer centros de distribución o sedes regionales, por ejemplo”.

Reconoce que en los últimos dos años, el sector tuvo un efecto adverso al igual que todos los renglones nacionales, especialmente en la logística local. “La industria de carga nacional tuvo una fuerte disminución en su momento, sin embargo, no se dejó de operar, incluso a costo de grandes sacrificios por parte de los operadores locales de transporte y carga. El segmento de transbordo se mantuvo estable, e incluso reportó crecimiento debido a cambios en los hábitos de consumo de los grandes mercados”.

Reveló que a la fecha se ha podido observar una leve mejoría en términos generales, en cuanto a exportaciones e importaciones. Por ejemplo, en las exportaciones comparativamente con el año 2020, la disminución es de -1%. “La disminución que ha habido este año es mínima, diríamos que casi imperceptible, pues en los tres primeros meses del año pasado el sector se mantenía gracias al transbordo y tránsito de carga”.

Lo más difícil, confiesa, ha sido retomar los atrasos en el desarrollo y crecimiento de nuestro hub, debido a la pandemia.  “La cadena de suministros fue, y se encuentra, estirada a sus límites, muy frágil debido a factores externos como la pandemia, cierre en puertos como consecuencia de la covid-19, cambios de hábitos de consumo, disminución de capacidad económica de los clientes y ahora por el conflicto ruso-ucraniano que ha causado disrupciones y volatilidad en los precios del combustible”.

Pero, pese todo lo anterior, el sector logístico nacional ha demostrado ser sumamente resiliente y adaptable. “Hemos demostrado plasticidad y nunca se dejó de trabajar.  Transportistas, agentes de carga, corredores de aduanas, abogados, personal de aduanas y otras instituciones del Estado, trabajadores portuarios y operadores logísticos, con la mediación del Consejo Empresarial Logístico de Panamá (Coel) y la colaboración del Gobierno Nacional, han laborado ininterrumpidamente asegurando un eficiente tránsito de mercancías, incluso con grandes disrupciones como la experimentada por el ferrocarril, a raíz de percances con el puente de Gamboa.  Esto fue un factor clave para mantener la economía a flote y mantener la paz social, pues nunca hizo falta comida en los supermercados y medicamentos en las farmacias. Incluso en plena pandemia se podía ordenar mercancía por internet en Estados Unidos y esta era entregada a domicilio”, alegó.

Lo que queda ahora es ponernos al día con la estrategia logística nacional 2030, sobre todo en el mejoramiento y fortalecimiento de la institucionalidad del sector, asegura López.

“Es importante contar con instituciones fuertes que garanticen que el trabajo y desarrollo del sector sea continuo, independientemente del gobierno de turno.  Hay que continuar los avances que se están haciendo en digitalización y simplificación de los procesos logísticos y expandir estos a la mayor cantidad posible de etapas y trámites, de forma tal que se elimine la discrecionalidad y subjetividad de los funcionarios.

También se hace necesario mejorar la conectividad de nuestro eje logístico norte sur, con las demás regiones del país, incluyendo infraestructura aérea para carga, de forma tal que se pueda mover eficientemente carga refrigerada desde Chiriquí o Bocas a Tocumen y de ahí al exterior, sostuvo el presidente del Coel.

El gran reto, dice, es convertir nuestro hub logístico de un hub de tránsito de carga a uno que capte mercancía para agregar valor, incluyendo el desarrollo de otros hubs que se beneficiarían de nuestra posición geográfica, como hub de datos y energía.  Los beneficios para el país al generar distintos tipos de industrias relacionadas ya no solo a procesos de manufactura ligera, sino a industrias como web services, darían inicio al desarrollo de nuevos polos de negocios en Panamá.

“Esto tendría un gran impacto positivo en el país al generar distintos tipos de industrias involucradas en todo tipo de procesos de manufactura ligera, creando empleo y a su vez todo un efecto económico en cascada a otros sectores de la economía y el país”.

Y en materia marítima, potenciar las industrias marítimas auxiliares, como astilleros, servicios de limpieza de cascos y hélices de embarcaciones, marinas y servicios a yates, avituallamiento, entre otros, a fin de aprovechar el valor agregado que resultaría al aumentar los servicios brindados a naves que pasan por el Canal o llegan a nuestros puertos.

Desde la visión de López, lo que corresponde es mejorar nuestra conectividad doméstica por mar, es decir, crear infraestructura para servicios de cabotaje y transporte marítimo a corta distancia.

“Debemos contar con alternativas multimodales para la conectividad de todas las regiones del país con la infraestructura logística del eje canalero.   Requerimos puertos adecuados en tamaño, calado e infraestructura para servicios de cabotaje en Chiriquí, Azuero y Coclé, y al menos uno en Bocas del Toro.  No hablamos de megapuertos de contenedores, sino puertos de servicios generales, con áreas destinadas a zonas o parques industriales, donde puedan entrar, por ejemplo, atuneros, y descargar redes para realizar el mantenimiento de estas”.

Ya no debemos hablar solo del área metropolitana, hay diversos niveles de desarrollo portuario, nos hemos enfocado en grandes puertos de contenedores, y hemos descuidado el desarrollo de puertos pequeños para cabotaje, para pesca artesanal o recreativa; incluso las industrias marítimas auxiliares tienen problemas, pues no hay un puerto adecuado para tal actividad en el Pacífico.

El desarrollo de estas infraestructuras en distintos puntos clave del país generará toda una serie de actividades en torno a ellas, con la consecuente derrama económica en la población.

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