Capitanes y ACP miden fuerzas en conflicto laboral

Actualizado
  • 19/04/2018 02:01
Creado
  • 19/04/2018 02:01
La ACP exige respeto a la institucionalidad, al reglamento del Canal y a la ley. Los capitanes denuncian intransigencia e irrespeto por parte de la ACP al imponer la eliminación de un marinero en remolcadores de proa

El proceso de diálogo que busca resolver el conflicto laboral que paralizó las operaciones canaleras el pasado 12 de abril de 2018 está estancado. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) mantiene su postura de eliminar un marinero de cubierta en la operación que asiste el paso de los buques neopanamax por el canal ampliado.

EL CONFLICTO

El 12 de abril de 2018, las operaciones canaleras se suspendieron por un conflicto laboral

Entre cuatro y cinco buques neopanamax fueron forzados a esperar su paso por el Canal de Panamá.

El conflicto surgió luego de que los capitanes de remolcadores se negaron a asistir un buque exigiendo condiciones de seguridad.

Así lo anunciaron en conferencia de prensa los capitanes de los remolcadores, quienes calificaron a la administración de ‘intransigente, radical, irrespetuosa y agresiva' por imponer la medida.

En un comunicado difundido ayer en una conferencia de prensa, los capitanes explicaron que han realizado innumerables intentos para concluir este conflicto, pero los esfuerzos han sido infructuosos.

Los capitanes aseguran que esperaban tener una reunión conciliadora. Sin embargo, la administración tenía otra idea: ‘imponer la decisión tomada unilateralmente y carente de orden escrita de sacrificar, en perjuicio de la vida humana, los clientes y el Canal mismo, la figura del marino extra en los remolcadores de proa', sostienen los capitanes.

Para la Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta (UCOC), resulta preocupante que los trabajadores sean atacados por defender las condiciones operativas y de seguridad del personal y, por ende, el normal funcionamiento de la vía acuática.

La Estrella de Panamá fue informada de que diez capitanes enfrentan un proceso disciplinario en el que incluso, la administración podría aplicarles la destitución porque se negaron a asistir a un buque neopanamax por el canal ampliado sin la presencia de un marino adicional, alegando motivos de seguridad.

Según la ACP, los capitanes de remolcador incumplieron su deber al negarse a seguir una legítima, clara y documentada instrucción.

‘Al rehusarse a efectuar sus labores, se detuvo el tránsito de varios buques y se retrasaron otros. Se causaron graves daños y pérdidas, tanto al Canal como a los clientes que pagan los peajes'. Entre cuatro y cinco barcos, proyectados a pagar entre $300 mil y $400 mil, se vieron forzados a esperar hasta que se solucionara la situación.

La institución recordó que, por mandato constitucional, el Canal debe permanecer abierto al tránsito continuo de naves de todas las naciones. Negó, además, que exista la intención de privatizar el servicio de remolcadores.

El 57% de los capitanes de remolcadores que forman parte de la fuerza laboral de la ACP fue contratado entre 2008 y 2014 para atender la demanda de la vía ampliada.

La flota propia de remolcadores del Canal de Panamá creció 130%: de 20 unidades en el año 2000 a un total de 46 en la actualidad, con mucha mayor capacidad de remolque.

La administración, además, está en proceso de adquirir diez nuevos remolcadores, indicó la institución.

Por último, la ACP reiteró que la tripulación de un remolcador consiste en un capitán, un maquinista auxiliar para buques a motor y dos marineros. ‘Con esta tripulación la operación es segura', afirmó.

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