• 29/10/2009 01:00

Buscando a la abuela.. la negra (II)

Sin asomo de duda, la población afropanameña existe, pero, a la vez, es invisible en el país. En el barrio alguien diría ¿Cómo así?

Sin asomo de duda, la población afropanameña existe, pero, a la vez, es invisible en el país. En el barrio alguien diría ¿Cómo así?

La falta de visibilidad estadística de los afropanameños hace imposible una aproximación sociodemográfica precisa a este grupo poblacional. Y, aun cuando sé que hay quienes le restan méritos a los argumentos que favorecen la visión de que en los Censos todos contamos, y esto ya fue explicado en un artículo anterior, ese hacer cuentas de los negros en Panamá, más allá de nuestras particulares querencias, tiene importancia.

Para el año 2000, fecha en que se desarrolló el último Censo de Población, los panameños y panameñas nos contabilizábamos en 2.839.177. Desde luego que esa realidad numérica ha cambiado a esta fecha. Por otro lado, estimaciones de varios estudios precisan que los afrodescendientes en el país alcanzan entre el 14% y el 30%. Estas poblaciones se concentran especialmente en las provincias de Panamá, Colón, Bocas del Toro y Darién.

Una de las características de los afropanameños, en términos generales, es su anclaje urbano. Se estima que tanto el distrito como la ciudad de Panamá es donde está asentada, en su mayor parte, la población afrodescendiente del país. Pero en términos de representatividad, Colon sería la ciudad que exhibe más africanidad en todo el Istmo. Otros lugares importantes son Portobelo y Nombre de Dios, en la costa de Colón, La Palma , en la fronteriza Darién, colindante con el Chocó Colombiano, Bocas del Toro, en el extremo occidental de nuestra geografía, destacándose aquí Almirante.

Por otro lado están las provincias centrales (Coclé, Herrera, Los Santos), todas habitadas, en distintas proporciones, por gente de piel oscura, en sus diversas “ degradaciones ”. Justamente, en esos parajes nacieron y vivieron muchas de las abuelas? las negras cuyas descendencias, hoy portadoras de mucha menos melanina, no dejan de ser sus nietos, bisnietos y tataranietos, en fin, afrodescendientes.

¿Negros? hay en todo el país. Parte del problema de la no inclusión de los afropanameños en los instrumentos estadísticos, en especial en las Encuestas de Hogares y en los Censos, tal como ya ocurre en otros países de la Región, ha estado en la falta de un soporte técnico y metodológico que oriente a las autoridades correspondientes en la aplicación efectiva de una variable de auto-identificación afrodescendiente, en las boletas de captura de información estadística. Como señalé en un artículo anterior, llegó la hora en que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo de la Contraloría General de la República incluirá la variable de auto identificación étnica afropanameña en el próximo censo del 2010. Y para que nadie crea que este ejercicio será una panacea, quiero contarme entre los primeros en señalar, públicamente, que el proceso no estará exento de dificultades y riesgos en tanto que, aún cuando empíricamente sabemos que después de Brasil, Panamá está entre los países que cuentan con una elevada población afrodescendiente en América Latina, las históricas construcciones sociales en torno a la negritud harán muy difícil el autoreconocimiento de los encuestados.

Siendo ese el mayor reto a encarar, hará mucha falta que las mismas comunidades afropanameñas sean conscientes de lo estratégico que es identificarse con el proceso censal venidero. De allí que las organizaciones negras panameñas, en su más variada gama, tendrán el gran desafío, y consiguiente responsabilidad, de emprender procesos pedagógicos y de sensibilización, a través de campañas masivas, para superar las incertidumbres semánticas respecto a las variables estadísticas que auto-identificarán a los afropanameños. ¿Seremos capaces de hacerlo? ¿Estaremos a la altura de las exigencias de esta coyuntura?

Pienso que todo eso está por verse en los meses por venir. Pero de lo que no me cabe duda alguna es de que el domingo 16 de mayo del 2010 un encuestador (a) tocará a la puerta de cada familia panameña. Y entre las varias preguntas que hará está la que sigue: “ ¿Alguna persona de este hogar se considera negro(a) o afrodescendiente? ”.

Para cuando cierre la jornada de ese día domingo, cualesquiera hayan sido las respuestas que la población le dispensó a ese interrogante, Panamá habrá dado un paso más en ese largo camino por conocerse un poco mejor y, sobre todo, el Estado tendrá elementos para construir políticas públicas que hagan de esta sociedad una más inclusiva para con los afrodescendientes panameños.

Sobre el XI Censo Nacional de Población y el VII de Vivienda todavía tengo mucho que decir. Continuaré compartiendo mis reflexiones acerca del tema, con la absoluta certeza de que en Panamá aquel que no tiene de Tinga tiene de Mandinga.

*Miembro del Observatorio Panamá Afro Dr. George Priestley.albertobarrow@yahoo.com

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