• 28/05/2010 02:00

Escuchemos a la sociedad

El acto multitudinario del pasado domingo 23 de mayo, constituye un claro indicio de que el pueblo panameño reclama participación en la ...

El acto multitudinario del pasado domingo 23 de mayo, constituye un claro indicio de que el pueblo panameño reclama participación en la toma de decisiones, concernientes a las políticas que afectan su entorno. Algunos analistas políticos del gobierno sienten que la Sociedad Civil desea cogobernar y por ello rechazan su participación en el debate. Además, impulsados por una concepción mecánica de las cosas, sienten que actuarán con mayor eficiencia si consultan menos.

Es frecuente escuchar a dirigentes del actual gobierno sostener que ya está bueno de diálogos, que el país quiere que se tomen decisiones y no hay tiempo que perder. Es por ello que hemos visto, durante estos primeros meses de su gestión, un distanciamiento entre las organizaciones de la sociedad y el gobierno.

No se trata de cuatro gatos que quieren fastidiar al gobierno, se trata de que para abordar la compleja situación de un mundo globalizado, se requiere de la participación de todos y de la unión de esfuerzos, a través del consenso, para evitar cometer errores estratégicos.

Es un hecho evidente que el problema de la seguridad ciudadana se ha convertido en la pesadilla de los panameños y, por consiguiente, cada vez más se levantan voces de protestas exigiendo soluciones. El ciudadano también debe aprender que la solución al problema de la seguridad no es una responsabilidad exclusiva del gobierno, sino que requiere de la participación de todos.

La marcha del domingo fue una toma de conciencia colectiva de esta realidad que debemos seguir impulsando, si queremos tener éxito en esta dura lucha contra el crimen organizado, el pandillerismo juvenil, la violencia en nuestros barrios y la creciente intolerancia que se apodera del panameño común.

Las cifras sobre criminalidad indican datos alarmantes. Un balance del primer trimestre del 2010 comparado con el primer trimestre del 2009, indica que el hurto reflejó un aumento del 12%, cuando pasó de 4137 casos en el 2009, a 4634 delitos en el 2010. En materia de homicidios, en el primer trimestre del año 2009, se registraron 189 casos, mientras que para el año 2010 se han registrado 218 en el mismo periodo, lo que representa un incremento del 17.2%.

En el lado positivo podemos señalar que la violencia doméstica, un delito que ha venido creciendo en los últimos años, reflejó un disminución del 14% en el primer trimestre del 2010, comparado con el primer trimestre del 2009. El hurto de autos tuvo una disminución de 11.2% en este periodo y de igual manera el hurto de accesorios de auto, cayó en 35.1%.

Un hecho que queremos resaltar es el papel que juega la violencia juvenil en el tema de la seguridad ciudadana. Una de las causas más importantes de los hechos delictivos se debe al acelerado aumento de las pandillas juveniles. Los jóvenes violentos son la antesala del crimen organizado, por lo que se requiere una atención urgente ante la conducta de los mismos. La violencia tiene a muchos jóvenes, atrapados dentro de sus mismos barrios, siendo víctimas o protagonistas de actos delictivos.

Según las estadísticas del Ministerio de Educación, las deserciones de estudiantes del nivel primario y del nivel medio, entre el periodo 2005 al 2007, nos indican que 40000 jóvenes entre las edades de 12 y 14 años han abandonado la escuelas. Algo más aterrador es el hecho de que el 56% de los estudiantes de la secundaria no llegan a culminar su periodo escolar.

Estos hechos indican con claridad que cuando hablamos del incremento de la criminalidad, no estamos frente a un fenómeno simple, sino frente a uno de los hechos más complejos de la sociedad moderna. No se trata de una simple guerra contra el crimen organizado en cualquiera de sus manifestaciones. Se trata en efecto de enfrentar en forma multisectorial el problema más grave que atraviesa la sociedad globalizada.

Es por ello que es importante que el gobierno comparta la elaboración de las estrategias de seguridad ciudadana con la sociedad organizada. Al abordar este tema, no caben los sectarismos ni las descalificaciones políticas.

El presidente Ricardo Martinelli tiene la oportunidad frente a este tema, en el que se ha elevado la conciencia nacional, para enfrentarlo colectivamente, de tomar todas las medidas necesarias para garantizar la participación de la Sociedad Civil, en la búsqueda de una solución compartida al problema de la seguridad ciudadana.

Un ejercicio exitoso en el tema de la seguridad ciudadana, creará las bases para lograr acuerdos profundos en la reforma educativa y la reforma sanitaria que requiere el país. El panameño espera que se escuche su preocupación y ojalá los estrategas del gobierno apuesten a una verdadera alianza con el pueblo y a la plena participación de todas las organizaciones políticas, sociales y económicas en el desarrollo de la transformación del país.

*Ingeniero y analista político.blandonc@cwpanama.net

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