Jornada concluida

Administrar Justicia no es fácil, se debe tener entereza, convicción y certeza de los hechos; en Panamá se habla de Administración de Justicia como el que habla del patito feo; con el perdón de los patitos. Sin embargo, los que encaramos esa noble misión, lo hacemos con ahínco y con las leyes en nuestras manos.

No se puede decir que la justicia es mala o es buena, cada juzgador, según la Ley y su plena convicción, administra justicia; todos los días se da la cara para ajustarnos al derecho.

Las Leyes que utilizamos fueron aprobadas por otro Órgano del Estado; la aplicamos y, créanme, lo hacemos en base a lo que encontramos en la investigación efectuada por el despacho instructor.

Al juez en ocasiones no le dan alternativas en las investigaciones efectuadas; pues existen hechos inconclusos por falta de tiempo, porque existen términos para concluir un sumario.

Ejercí como juez dentro del Sistema Judicial por casi dos décadas, en las cuales siempre sentí orgullo de mi querida Institución (Órgano Judicial), para este cargo se debe amar la profesión del Derecho; si bien, no podemos debatir nuestras resoluciones, las hacemos con la absoluta convicción de lo encontrado en los hechos, objeto de la investigación.

Cuando se ejerce como juez; se restringe el ámbito laboral, solo se puede ejercer la docencia en las aulas universitarias.

Al concluir tan loable misión le aconsejo a los que inician en el Sistema Judicial —que ostentan el cargo de ‘juez'— que es una tarea hermosa, pero a la vez te aleja de familiares y amigos que no comprenden que te debes a las leyes que rigen nuestra administración de Justicia.

Como dice Eduardo Couture en los mandamientos del abogado: ‘El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando'.

Con el deber cumplido, me despido para acogerme al retiro de esta Institución.

ABOGADA