• 03/12/2016 01:03

Los tranques en aumento... ¿qué hacer?

Creemos que no hay una solución única ante el caos creciente de un tráfico vehicular cada vez más apabullante

Creemos que no hay una solución única ante el caos creciente de un tráfico vehicular cada vez más apabullante. Las limitaciones de un trazado urbanístico inicuo, saturado por una alarmante cantidad de vehículos, transporte público inoperante, aunado a los megaproyectos en construcción, resultan en una caótica diversa que obliga a integrar diversas medidas (cambio de horarios, nuevas vías, reorganizar trayectos, etc.). En ese punto, se suma el trabajo en casa como alternativa que alivie los efectos de estrés, agotamiento, contaminación en que opera el transporte urbano con las consecuencias severas en la salud física y mental.

Con el uso más frecuente de las tecnologías informáticas, en toda clase de actividades, el trabajo remoto es una realidad alcanzable y se puede integrar al conjunto de soluciones para enfrentar las dificultades del tráfico. Sugerimos un plan piloto, iniciando por el sector Gobierno que consiste en enviar a una parte de los funcionarios a trabajar desde casa.

En la actualidad, un poco más del 70 % de las tareas se realizan a través de correo electrónico, teléfono, envío de archivos digitales, escaneo documental, firma electrónica y otros dispositivos que ocupan gran parte del escenario laboral. Entonces, la propuesta es que los funcionarios lo hagan desde sus casas o a control remoto, con el uso de computadora, celulares o tableta electrónica entre otras herramientas.

Son evidentes los avances de muchas tramitaciones del Gobierno que actualmente se realizan vía Internet con sustanciales ahorros en tiempo y comodidad, tales como la declaración de renta, consultas, adelantar formularios, solicitud de licencias entre otros; donde el trabajo en casa acopla convenientemente. Algunos aspectos a considerar serían los siguientes:

Iniciar por aquellos departamentos con tareas de planificación, asesoría y similares de menor contacto con el público, que representarán alrededor de un 30 % de los puestos en las instituciones.

Se trata de trabajo semipresencial de lunes a jueves en casa y los viernes se acude a las oficinas a resolver, aclarar, verificar avance y coordinar la programación de la siguiente semana. Sin descartar reuniones urgentes, en otros días de la semana, por necesidad del servicio.

Claro que significa mayor esfuerzo de programación y distribución del trabajo por parte de los supervisores, para monitorear y garantizar resultados.

El personal seleccionado requiere de una computadora y demás dispositivos. Los gastos de energía en casa y equipo son compensados por el ahorro en transporte y alimentación por fuera. Los que no tengan el equipo, se puede pensar en facilidades de crédito, ya que se comparte su uso en asuntos de trabajo y personales.

Para encarar algunas situaciones psicolaborales de cierto aislamiento, cabe la posibilidad de crear redes institucionales a extramuros, donde el personal se reune en puntos céntricos de la ciudad como malls , cafés Internet, parques y otros para tratar sobre trabajo, y a la vez socializar cuestiones comunes que se dan en las oficinas, en este caso, con mayor flexibilidad.

Hasta pueden resultar incidencias positivas, respecto al trabajo en equipo, la autogestión del tiempo con mayor responsabilidad por las tareas y mejorar las relaciones personales entre colaboradores por tratarse de contextos más abiertos para compartir. Al igual que un mayor espacio para atender asuntos domésticos y más atención con hijos y la familia.

Se sugiere una implementación gradual, cubriendo paso a paso varias instituciones, que facilite las correcciones y la adaptación de este esquema laboral, y de una evaluación mínima de los aspectos económicos en materia de costos, ahorros en energía, contaminación, salud, entre otros renglones, que no solo impactan el presupuesto nacional sino la calidad de vida de los ciudadanos. Por ejemplo, el transporte y alimentación son gastos que acaparan el presupuesto de los trabajadores reduciendo otras posibilidades de consumo.

Para el Gobierno, significa gestionar importantes ahorros en uso de a/a, luces, computadoras y otros dispositivos que consumen una apreciable cantidad de electricidad en oficinas. En fin, el trabajo en casa, sumado a otras medidas, podría incidir en un menor flujo de personas y vehículos, aportando un tráfico citadino más viable, más cómodo; en momentos de construcción de grandes obras de complejas logísticas.

EVALUADOR DE PROYECTOS.

‘... el trabajo en casa, ..., podría incidir en un menor flujo de personas y vehículos, aportando un tráfico citadino más viable, más cómodo; en momentos de construcción de grandes obras...'

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