• 21/12/2016 01:00

Navidad o consumismo

¿Realmente nos preparamos para celebrar el evento más trascendental, que es el nacimiento del Hijo de Dios?

¿Realmente nos preparamos para celebrar el evento más trascendental, que es el nacimiento del Hijo de Dios? Es una pregunta que todos nos deberíamos hacer, pues esa es la esencia de la celebración. Lamentablemente, nos dejamos llevar por el consumismo que nos envuelve y nos lleva a confundir la celebración, que se convierte en gasto exorbitante, y en ocasiones las deudas quedan para el año que se aproxima.

Debemos recordar que el Hijo de Dios nació en una circunstancia de pobreza y humildad, y que sus padres solo pudieron conseguir un humilde pesebre para cobijarlo. Esto nos lleva a la reflexión, porque es una fecha para compartir en familia y dar a los que menos tienen, esperar en oración la llegada de ese ser que luego da su vida por nosotros.

Generalmente, las ganas de expresar cariño a través de objetos, se traduce en una carrera por las compras, en un aumento de deudas y agotamiento físico y psíquico que puede empañar la mejor de las fiestas. Quizá sea un buen momento para modificar aquellas conductas que, en vez de dejarnos una sensación de alegría y satisfacción, son fuente de preocupaciones y desgastes; así como de desequilibrio económico en los hogares.

Evalúese usted, con las siguientes reflexiones: recuerde ¿qué hizo en la Navidad anterior y evalúe lo que ocurrió?, ¿pasó uno o más días dedicado casi exclusivamente a comprar?; ¿se endeudó más allá de sus posibilidades?; ¿se estresó gastando lo que no tenía, por hacer regalos?; ¿manejó un presupuesto, o no lo hizo?; ¿dedicó algún instante a reflexionar qué se celebraba?; ¿llegó a ir a la iglesia o realizó el Adviento con la familia?

Para muchos, la Navidad es consumir ‘pasarla bien'; sin embargo, es justo reconocer que es algo más que una fiesta de consumo. Significa una ‘gran fiesta' y esto es así porque lo que se conmemora es el nacimiento de Jesús, el ‘Emanuel' (‘Dios con nosotros'). Es encontrar la verdadera paz del corazón con Dios y los hombres, compartir con recursos materiales hacia los más pobres o dando momentos de esperanza.

TRABAJADORA SOCIAL Y ANALISTA DE CONSUMO.

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