• 09/06/2017 02:02

Destruyendo a Panamá

La más fea del barrio, que se reforma para complacer afuera, sin una visión de Estado de los mejores intereses nacionales.

Con orgullo asistí a la inauguración del Canal ampliado, sueño compartido por muchas generaciones de panameños. Pero lo que nunca imaginé es que mi país se fuera convirtiendo cada día más en, solo eso, un ente que pasa barcos y no desarrolla todo su potencial, porque hemos quedado anquilosado en el siglo pasado y nuestro líderes no defienden los intereses de nuestro país.

El Centro Bancario Internacional sufre el constante acoso de nuestros enemigos económicos y por más que Panamá ha modificado su sistema financiero con políticas que evitan el lavado de activos provenientes de actividades ilícitas, nuestros competidores, no permitirán que el Centro Bancario se fortalezca. Es por ello que Panamá debe tomar la iniciativa proactiva y con una visión de país en vez, debe crear su propio banco intermediario analizar convertirse en un centro de desarrollo de los nuevos sistemas de moneda electrónicas como el bitcoin entre otras nuevas modalidades financieras en un mundo integrado.

Panamá cuenta con leyes bancarias de avanzada y además hemos demostrado que somos buenos en el comercio internacional y de servicios, pero nos falta más decisión y menos cobardía, no podemos ver el negocio de servicios financieros como una plataforma para proteger a los más ricos del país, lo debemos ver como una herramienta de desarrollo.

En cuanto a nuestra ley de sociedades anónimas, nos han dicho hasta perro muerto, y lo más fácil ha sido sucumbir ante la presión de la OCDE, pero no nos hemos dado cuenta de que el mundo cambia, la competencia entre naciones es fuerte, Europa compite con Estados Unidos en temas de medio ambiente, Estados Unidos quiere competir en viejas industrias y los chinos y rusos desean mayor presencia global.

Las grandes mentes no se han dado cuenta de que cuando se habla de las sociedades es la punta del iceberg , mañana nos pedirán que cambiemos nuestras leyes migratorias, nuestra ley de zona franca, nuestra ley de sede de empresas multinacionales para convertirnos solo en una zona de pasabarcos .

Leyendo sobre Luxemburgo, otro afectado por un escándalo similar a los papeles de la firma de abogados, encuentro una publicación que dice: ‘Luxemburgo se dedicará a la gestión de grandes patrimonios y espera atraer sobre la base de su estabilidad, seguridad jurídica, y sobre todo experiencia bancaria. El 27.47 % del negocio de este país viene de las actividades financieras, es un país europeo con voz en el escenario global', y ¿Panamá qué es? La más fea del barrio, que se reforma para complacer afuera, sin una visión de Estado de los mejores intereses nacionales.

No competimos en Centroamérica, pero no aceptamos aún que es el mercado natural de crecimiento del país. Estamos esperando que Colombia resuelva su conflicto, nos siga haciendo bullying , compren el resto de las empresas panameñas y salga a la conquista de Centroamérica. Pero nuestro Gobierno no mira a Centroamérica ni promueve el crecimiento y la competencia del empresario panameño.

El mundo cambia ideológicamente constantemente, Trump, Macron definen nuevos paradigmas y nosotros de tontos entregando información financiera a costo propio, con la anuencia de nuestro Gobierno, somos los policías fiscales del mundo para cumplir con la ODCE y nadie nos paga por la tarea bien hecha ni las gracias nos dan y lo peor es que, si no decimos ‘sí', en una nueva lista nos meten.

Colombia nos hace bullying y no aplicamos retorsión porque no tenemos una buena estrategia para forzar un cambio de actitud.

Veo pesimismo en la banca, siento temor entre mis colegas abogados, y siento el estancamiento por falta de rumbo, pero sobre todo, por falta de una visión compartida de país. Aquí las noticias son cada día peores, o roban o matan o hay un nuevo escándalo de corrupción o alguien salió libre, pero vivimos estancados en un discurso fatalista, sin ver que el mundo se mueve en una dirección, que, si tuviéramos liderazgo, seríamos un país respetado, con estatura moral y sobre todo, aprovechando nuestro clima de paz y estabilidad política para crecer.

Este país es de todos, dejemos el egoísmo, ya se ha destruido el sector agro, cada vez exportamos menos y no tenemos políticas alimentarias. Ni siquiera nos hemos detenido a ver el tema alimentario como un tema de seguridad nacional; por ende, hace falta enderezar el rumbo y construir una nueva visión urgente, pues, si no, mis hijos solo serán ‘un canal ampliado pasando barcos'.

ABOGADO, MIEMBRO DEL PRD.

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