• 05/01/2019 01:00

Panamá, tierra de valientes

‘Necesitamos hombres y mujeres valientes, [...] necesitamos guerreros como lo fueron los 300 de Gedeón, como lo fue David. Podemos llevar a Panamá [...], por la vía correcta'

‘Bienaventurado el político que no tiene miedo', parte del discurso del papa Francisco (1 de enero de 2019).

Lamentablemente nuestro pueblo es muy noble, los que ejercen el poder se aprovechan de esta situación: los órganos del Estado; los uniformados; los que imparten justicia y los que investigan; los que controlan las finanzas públicas; muchos empresarios inescrupulosos.

Hoy en día vemos cómo un par de panameños, menos de los dedos que tenemos en ambas manos, nos dicen a la mayoría del país cuáles son los grandes cambios que debemos hacer a nuestra Constitución Política. Solo me saltan algunos comentarios de antaño, específicamente de las décadas 80 y 90, e incluso del nuevo siglo. Comentarios como ‘Te vas a meter con fulano? ¡Tás loco, ese bufete de abogados nunca pierde en la Corte ni el Ministerio Público!'; ‘¡Qué te estafó este hombre!, ten cuidado que los abogados de él son el bufete de fulano y mengano, no pierden una sola ni siquiera llega al Órgano Judicial, del Ministerio Público no pasan, los casos que ellos llevan y sí pasan, los engavetan al otro lado'. ¡Ese mismo sistema del que ellos se servían ahora tiene nuevos usuarios, los que se han multiplicado con creces, es un secreto de dominio público y ahora este sistema es malo! Ahora esos primeros usuarios nos quieren decir a nosotros cuáles son los parches que debemos pegarle a la Constitución de Panamá y cuáles son los caminos. ¿Se les salió de las manos el jueguito? ¿O ya no les gusta que muchos hagan lo que ellos muy solapadamente hacían?

¿Magistrados, jueces, secretarios(as) del OJ y Procuraduría General fuertemente cuestionados, casos de alto perfil impunes, por ambos lados, participación internacional en casos de alto perfil donde nos retiramos, radares que nunca funcionaron sin culpables, qué raro, no les parece?

Muchos hablamos de Singapur y China, muchos hablamos de modelos europeos de Estados exitosos, pero cuando leemos las historias de estos, nos percatamos de que en sus anales hay sangre, valor y un espíritu noble.

En Panamá hemos tenido todo eso también: 10 de Noviembre 1821, Rufina Alfaro; 28 de Noviembre de 1821, José Higinio Durán, Carlos de Icaza Arosemena, coronel José de Fábrega; 1830, general José Domingo Espinar; incidente de la tajada de sandía, 15 de abril de 1856; la Guerra de los Mil Días, 1899, Victoriano Lorenzo; 3 de Noviembre de 1903, República de Panamá; La Guerra del Coto, 21 de febrero al 5 de marzo de 1921; el primer golpe de Estado, el 2 de enero de 1931, Acción Comunal y Harmodio Arias Madrid; el 9 de Enero de 1964 nos enfrentamos a la primera potencia del mundo; 11 de octubre de 1968 la Revolución de Omar Torrijos, entre otras fechas.

Estoy convencido de que la cantidad de sangre derramada ha sido suficiente para que nuestra población se vuelva pasiva. Pasividad que los juegavivo de la oligarquía, políticos mal intencionados y los que ostentan el poder de turno a través de la historia se aprovechen de la nobleza de Panamá.

En Panamá necesitamos una mezcla de: coraje, carácter, conocimientos, experiencias, responsabilidad y creatividad, para cambiar el rumbo hacia donde nos dirigimos.

Hoy en la Asamblea Nacional de Panamá escuchamos hablar de Constituyente paralela, originaria, cualquiera que sea el camino, es claramente irresponsable en el periodo en que estamos, preelectoral.

Aún estamos a tiempo de evitar que llegue al poder el cansancio, la desesperación, la ignorancia y la impotencia de la población. Necesitamos hombres y mujeres valientes, necesitamos experiencia, necesitamos fuerzas, necesitamos guerreros como lo fueron los 300 de Gedeón, como lo fue David. Podemos llevar a Panamá al siguiente nivel aún por buena vía, por la vía correcta.

INGENIERO INDUSTRIAL.

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