'Vamos mucho mejor de lo que pensábamos', Maduro

Panameños, actuemos con prudencia, gobernantes y gobernados, dejando de lado todo interés personal, o de grupos. Para evitar así, lo que, lamentablemente, está sucediendo en El Salvador, el Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Chile, Bolivia y Haití. Cualquier chispa inesperada enciende el fuego del descontento poblacional. La insatisfacción, causada, principalmente por la desigualdad económica, acumulada por años, es la causa principal de lo que está sucediendo en esos países hermanos.

Maduro declaró, con jactancia y torpeza, “el plan va perfecto, mucho mejor de lo que pensábamos”, hablándole a sus allegados del “Grupo de Sao Paulo”, formado por los regímenes marxistas y por simpatizantes de esa ideología. Todo esto fue promovido por Cuba. Diosdado Cabello, por su parte, con su dialéctica usual, violenta y grosera, agregó: “después de Chile y Ecuador va Colombia. A todos los enemigos del régimen hay que perseguirlos”; también dijo, en tono muy amenazante: “a los que en los foros internacionales hablen mal del régimen madurista hay que cortarles la cabeza”.

Gran parte de los que protestan se van volviendo irracionales. Cada uno lucha por sus intereses personales o de grupo, pero no del bien colectivo del país. Estos son aupados por las izquierdas radicales que, irresponsablemente, buscan llegar al poder en la anarquía que quieren se de en esas naciones. ¿Formarán los comunistas criollos parte del “plan de Maduro”? Ellos públicamente han manifestado su admiración por él y respaldan todas sus políticas. A los muy pocos “ñángaras” criollos el pueblo los ha repudiado clara y contundentemente cuando han apelado a él, las veces que ellos han dicho que representan a la ciudadanía. Ocasionalmente se les unen los LGBT, no por ideología, sino por conveniencia, si algún Gobierno atenta contra sus intereses.

El comunismo internacional, muy activo por cierto, está utilizando figuras como el dócil de Maduro, en Venezuela, para enviar a los países no comunistas unos pocos guerrilleros para que inicialmente promuevan el caos, la violencia y la destrucción.

Los demócratas latinoamericanos para contrarrestar estas acciones deben tener una completa unidad y una definición muy clara de las acciones a tomar.

Los integrantes del “Grupo de Lima” se oponen, con razón, a toda acción militar. Algunos de sus integrantes se dan constantemente golpes de pecho reiterando sus principios democráticos. Varios siguen insistiendo en que el diálogo es la única forma de encontrar la paz venezolana. En síntesis, mucho bla-bla-bla, mientras tanto 4.5 millones de personas (toda la población de Panamá) se ven obligadas a salir del país por la persecución política y falta de oportunidades. Venezuela es el país con la mayor inflación en el mundo entero y es también el que más bajo salario mínimo ($2 al mes) tiene en el hemisferio. Los amigos del régimen, como son los soldados y otros grupos allegados al régimen, reciben salarios muy especiales. Además, falta de todo, medicinas, alimentos, y productos esenciales para la vida del individuo.

Existen medidas que no requieren la intervención militar, que se pueden tomar si hay valentía y determinación de los países que forman parte del “Grupo de Lima”, entre los cuales se encuentra Panamá. Con la inacción, consciente o inconscientemente, le están dando a Maduro el tiempo, que es su mejor aliado.

Si las democracias del área y de la Unión Europea tomaran medidas efectivas y realistas, como, por ejemplo, un embargo total de bienes, en lugar de seguir haciendo declaraciones repetitivas, el régimen dictatorial de Maduro y Diosdado Cabello, no podrá durar mucho tiempo.

Los más vocales del “Grupo de Lima”: el Ecuador y Chile, son los que van primero en las acciones tomadas por el comunismo internacional, después van los demás países uno a uno siguiendo el “plan”.