• 28/01/2020 00:00

Entidades denominadas autoridad

Entidades denominadas autoridad

Dando continuidad al interés de opinar como aporte mediante sugerencias para el mejoramiento de las condiciones, tratando de lograr un país que evolucione acorde con aspiraciones de una nación desarrollada; si bien es cierto, no pretendo inmiscuirme, ni interferir la labor de los conspicuos conocedores de las leyes y como se deben aplicar, tan solo sugiero pensando en el bien de todos.

Vemos como con cierta facilidad surgen autoridades creadas con el fin de fungir para coordinar como rectoras de algunos ámbitos del quehacer nacional, muchas son respetables y dan pasos con alta consideración y beneficios, pero también hay otras que rayan en la inoperancia y lo que sí logran es pesar en el presupuesto nacional.

Podemos señalar que tenemos condiciones paupérrimas en varias áreas, como por ejemplo, el soporte que para el siglo XXI nuestros niños y jóvenes estudiantes deberían disfrutar; y ser capaces, como nación, de considerar mediante ley que el suministro de uniformes, calzados, útiles escolares, libros y alimentación parcial de los estudiantes desde pre-escolar hasta el doceavo grado, deberían estar amparados en la ley de interés social.

Pretendo pensar que la decisión sería un medio para dar “piso y plancha” al abuso y desgreño en las licitaciones amañadas y con sobrecostos existentes en esta impostergable acción solidaria para con nuestra familia estudiantil, que seguirán siendo parte inherente de un futuro prometedor.

En ocasión de seguir hilando con el mismo interés, me atrevo plantear que en lo concerniente a los medicamentos e insumos hospitalarios ya es hora de estabilizar semejante descalabro por el desgreño administrativo en el suministro a nivel nacional, asfixiando a los ciudadanos y al país en general, estructurando al ”son y baile“ de proveedores y farmacias en actos de licitación y compras sobre valorados tanto en el Ministerio de Salud (Minsa) como en la Caja de Seguro Social (CSS) y en el expendio particular y comercial de farmacias y proveedores médicos, es el pan de todos los días y “bien gracias y usted”, porque más “vacas sagradas” en el vaivén de más medicamentos caros e insuficiencia de suministros.

Señor presidente, somos calmos a nivel de que parecemos tontos, pero lo cierto es que conocemos lo que es pedir un producto afuera de nuestras frontera, sabemos cómo se liquidan o exceptúan los impuestos al introducirlos, sabemos lo que son gastos administrativos y financiamientos, sabemos lo que son nóminas y planillas elaboradas, sabemos lo que son impuestos fiscales y reservas anticipadas y por último lo que son ganancias razonables. Ya está bueno de asfixia y consideración con baja estima por los necesitados que somos todos, no se escapa nadie. Que vergüenza revisar los precios de venta de los países vecinos, irrisorios, en comparación con los nuestros.

Y reitero, se nos debe caer la cara de vergüenza que en pleno siglo XXI no se ha erigido un noble panameño de pura cepa, con capacidad, —desde el poder otorgado por el pueblo— de terminar con nuestras angustias por lo referido. Confiamos que puede ser la hora suya y de nosotros.

Por último, quiero abordar sobre el tema del transporte colectivo interurbano y entre algunos distritos de la provincia de Panamá. Pregunto, ¿cuál es la misión, visión y objetivos principales de la renombrada Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), además de recaudar las infracciones y manejo de las certificaciones que autorizan la operación de transportes a nivel nacional? No es posible que la prevención y el orden del parque del tráfico vehicular les quede grande; y que para rematar los famosos “piratas” hayan instaurado una anarquía en la explotación ilegal de pasajes, manejo y conducción desordenada con altos niveles de peligrosidad; en resumen, sin Dios y sin Ley. Y es triste que mientras nuestra ciudad llamada metropolitana adolece, esta entidad rectora no denota los esfuerzos necesarios para eliminar este mal ejemplo de corrupción galopante manejada por “gamonales” que demuestran que tienen poder y vigencia al margen de la ley.

Me suscribo como siempre a la comprensión de los interesados por un Panamá mejor.

Torrijista y copartidario PRD
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