• 13/06/2020 00:00

Clases virtuales y la realidad

Es innegable el beneficio que brinda la tecnología. Los muros se derriban y la educación llega a los hogares a través de las clases virtuales.

Es innegable el beneficio que brinda la tecnología. Los muros se derriban y la educación llega a los hogares a través de las clases virtuales. Está comprobado que es una realidad que se vive, no solo a nivel de la educación, sino en todos los sectores de la nación. Es una facilidad que ofrecen distintas plataformas digitales que hemos adoptado los estudiantes universitarios. El rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores Castro, puso el empeño y la dinámica para que las clases siguieran su curso sin mayores complicaciones. La Internet es un excelente mecanismo de comunicación que permite nuevas técnicas de aprendizaje, orientando al estudiante a un adecuado manejo de la información.

Pregunto: ¿todos los estudiantes tienen la facilidad de recibir las clases? Hay muchos jóvenes que tienen ganas de salir adelante, pero hay un muro y preguntas sin tener respuestas. El hecho de pertenecer, la mayoría, a estratos económicos bajos, los aparta de cumplir sus metas universitarias. Es de aplaudir lo que hace la Universidad con su equipo de docentes y administrativos, pero las intenciones chocan con la falta de recursos tecnológicos de los estudiantes.

No todos están en la capacidad de comprar tarjetas, pagar por servicios de internet o contar con una computadora. El tema es complejo, pero debo reconocer que educadores y educandos han encontrado diversos mecanismos para llegar a la mayoría de los hogares universitarios. La experiencia es inédita y esta pandemia demuestra que muchas clases se pueden ofrecer a distancia, sobre todo aquellas que son a altas horas de la noche.

A diario, en diferentes medios de comunicación, escuchamos sobre diversos temas actuales, sin embargo, me quedo a la espera de saber sobre soluciones para la educación panameña. Como estudiante de Publicidad, puedo decir que nuestros gobernantes buscan solucionar la economía, dejando a un lado la educación. Y eso que esta administración ha dicho que la estrella es la educación. Ahora, reconozco que caer en juzgamientos tempranos es impropio e injusto, debido a que este Gobierno no ha podido desarrollar a plenitud sus planes. La COVID-19 ha provocado que los esfuerzos se dirijan hacia otros estadios.

Somos hoy la voz de muchos jóvenes que piden a gritos ser escuchados. Tenemos y debemos compartir el silencio que tienen aquellos estudiantes que no están recibiendo sus clases virtuales o suspendieron sus estudios por factores económicos. Seamos empáticos con aquellos que están viviendo esta realidad.

Estudiante graduando de Publicidad, UP.
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