• 03/08/2020 00:00

Panamá en el 'Top 20' de muertes por COVID-19

Cada martes, cuando el Minsa rinde el informe epidemiológico semanal, el presentador hace énfasis en la tasa de letalidad. Presentan una lámina en que se nos compara con otros países de la región, y Panamá aparece entre los países con menor tasa de letalidad de la región.

Cada martes, cuando el Minsa rinde el informe epidemiológico semanal, el presentador hace énfasis en la tasa de letalidad. Presentan una lámina en que se nos compara con otros países de la región, y Panamá aparece entre los países con menor tasa de letalidad de la región. Preocupa la insistencia en esta métrica, porque cualquier epidemiólogo sabe muy bien que es una muy engañosa. El que mira esa métrica pudiera llegar a creer que “no estamos tan mal”, cosa lamentablemente muy alejada de la realidad.

La tasa de letalidad por casos (CFR, por sus siglas en inglés) de COVID-19 reportada es una ratio en la que el numerador es el número total de muertos confirmados por COVID-19, y el denominador es el número de casos confirmados. Sin embargo, el número de casos confirmados no es una representación del número de infectados reales en la población. No lo es, y ni siquiera tenemos un razonable grado de certeza de si el múltiplo es 5, 10, 20 o 50. El CFR es, en realidad, una función inversa del esfuerzo de testeos hechos en una población, es decir, a mayor testeo, mayor cantidad de casos serán detectados, sin que eso afecte la cantidad de infectados reales en la población. Por esta y varias otras razones, el CFR no es considerado una buena métrica durante una pandemia. Mucho menos debe usarse para hacer comparaciones entre países.

¿Qué métrica usar entonces? Eso dependerá de lo que quiera usted saber. Si lo que buscamos es tener una idea de qué tanto impacto está teniendo la pandemia en la mortalidad en el país, comparado con el resto del mundo, ninguna métrica está libre de sesgos de medición y otros problemas que pudieran inducir a error, pero hay indicadores más robustos que la tasa de letalidad. El más robusto a nivel poblacional es el de mortalidad por todas las causas, que mira la cantidad de personas que han muerto en un país en determinado período, por sobre las tendencias de los años recientes. Lamentablemente, en Panamá no es fácil obtener esa data en tiempo real ni con un razonable rezago, y mucho menos desglosado por semana calendario, que es la manera como se reporta usualmente en otros países.

La segunda opción sería la data de muertes por causalidad específica de COVID-19. Y aquí la métrica relevante, si quisiéramos compararnos con otros países, sería la de muertes por millón de habitantes. Esta métrica no está libre de sesgos, porque depende de la honestidad de las autoridades sanitarias de cada país. Pero aun asumiendo honestidad, puede haber sesgos de atribución. No obstante, y recordando que no hay métrica libre de sesgos, la métrica de muertes por COVID-19 en función de la población (en este caso, muertes / millón hab.), es la data más robusta de que disponemos en Panamá -ya que no tenemos fácil acceso a la data semanal de exceso de muertes por todas las causas- para comparar cómo está impactando la pandemia de COVID-19 en Panamá, comparado con otros países. Porque, si bien es cierto que no es una competencia, sería absurdo ponerse orejeras y negarse a mirar cómo le está yendo a los demás.

Y en la métrica de muertes por COVID-19 en función de la población, Panamá está muy mal. Al jueves 30 de julio, Panamá ocupaba ya la posición No. 17 en el mundo, en muertes / millón hab. En dicha métrica ya hemos superado al Ecuador, y esta semana probablemente superemos a Irlanda y Países Bajos, y escalaremos al menos a la posición No. 15.

Una comparación con otros países que tienen mayor tasa de letalidad que Panamá servirá para demostrar el absurdo de tomar en serio dicha métrica. Tomemos Uruguay y Alemania, por ejemplo. Al 30 de julio, Uruguay tenía una tasa de letalidad de 2.8 %, Alemania 4.4 %, y Panamá, 2.2 %. ¿Estamos mejor que esos países? Pues, veamos ahora los muertos. Uruguay, con una población de 3.5 millones de habitantes, tenía 35 muertos, vs. los casi 1400 de Panamá a la misma fecha. En términos relativos de muertes / millón hab., Uruguay tenía 10 vs. 323 de Panamá. A la misma fecha (30/julio), Alemania tenía 108 muertos COVID-19 / millón hab. (9221 muertos COVID-19, con una población de casi 84 millones); es decir, una tercera parte la de Panamá. Queda demostrado que la métrica de “tasa de letalidad” muestra un panorama sumamente engañoso. En una crisis, lo primero que debemos hacer es dejar de engañarnos.

Abogado
Lo Nuevo
comments powered by Disqus